Por las caleyonas asturianas - 14 de Mayo de 2017

Hacía mucho tiempo que no podía hacer una ruta enlazando varias subidas y pasando por zonas que aún no conocía. Por fin el domingo pasado pude realizar una de estas rutas en compañía del gran Javi Avilés.
116kms y 3200m de desnivel con las subidas a las Peñas del viento, el Pico Aguión, La casa del puerto, Biescas y Mones.





Salimos de San Martín de Luiña sobre las 10 de la mañana. La temperatura es muy buena, mejor de lo que indicaban las previsiones.


600m para calentar y ya afrontamos la primera ascensión: Peñas del viento con casi 7kms al 9% de media.


Los dos primeros kilómetros de subida transcurren por un bosque que nos protege del sol y el viento.


Pronto salimos del bosque y el sol nos empieza a castigar. El puerto es duro y las rampas rara vez bajan del 8-9%. Por suerte, al ser la primera subida del día, las piernas aún están frescas.


A partir de la mitad de la subida ya no dejaremos de ver la Sierra de los vientos, donde se sitúa la cima de esta ascensión.



Las vistas de la costa también son espectaculares. Junto con la Llomba Carqueixa éste es el puerto cercano a la costa más bonito de Asturias.





Toda la subida ronda el 8-9%, con alguna rampa intercalada que supera el 10%. El último kilómetro es el más duro, con una media superior al 11%.



Por suerte el viento nos respeta y no añade más dificultad a este kilómetro final tan duro.


Primer puerto del día coronado y a disfrutar de las preciosas vistas que hay desde la cima.





Bajamos por la vertiente de Gallinero. Hay que extremar la precaución ya que el asfalto se encuentra en muy mal estado y hay tramos con mucha pendiente.



A nuestra derecha vemos el Pico Aguión, siguiente objetivo del día.



Llegamos al fondo del valle y tenemos un par de kilómetros de falso llano. El paisaje es precioso ya que está todo tan verde que hasta deslumbra.



Comenzamos a subir al Aguión. El primer kilómetro y medio hasta Malleza es bastante duro, con pendientes constantes en torno al 9-10%.


En Malleza nos desviamos hacia Mallecina. La carretera se ensancha y la pendiente disminuye hasta el 6% más o menos.


A nuestra derecha dejamos la Sierra del viento, de donde acabamos de bajar.





A un par de kilómetros de Mallecina la pendiente disminuye y pasa a ser un falso llano. El calor empieza a apretar bastante y ya superamos los 20º.



En Mallecina nos desviamos hacia el Aguión. La carretera se estrecha y nos encontramos con varias rampas que superan el doble dígito.


La tranquilidad es total y las vistas son espectaculares.




Seguimos ganando altura y a nuestra izquierda ya vemos el valle de Lavio, por donde sube la vertiente que se inicia en Castañedo.






Llegamos al kilómetro final de la ascensión. El asfalto desaparece y hay que ir con cuidado. Además este es el kilómetro más duro con pendientes constantes en torno al 10%.


Llegamos al Pico Aguión, donde está situado el radar meteorológico y la antigua caseta de vigilancia contra incendios. También hay un burucartel en homenaje a Rafa Xixón. Se encuentra bastante mal pero me comenta Javi que están haciendo uno nuevo.


Merece la pena deternerse un rato a disfrutar de las mejores vistas de Asturias. En un día despejado se puede ver toda la costa asturiana, Foz y la sierra de Xistral, toda la Cordillera cantábrica, los Picos de Europa, el Cabo Peñas, el Aramo, las Ubiñas y hasta el Curavacas en Palencia.












Bajamos del Aguión por Las gallinas rumbo a La Espina. Las vistas siguen siendo espectaculares: amplios paisajes, verdes praderas y túneles de árboles.




Llegamos a la general que sube a La Espina. La pendiente que tenemos que superar es suave, no más del 4%. Hasta aquí me he encontrado bastante bien, pero el hambre y la falta de fondo empiezan a hacerme mella.



Tras comer en La Espina nos dirigimos a Tineo. En teoría es el único tramo llano de la ruta, pero de llano tiene poco, constantes toboganes aderezados por un fuerte viento de cara hacen de este tramo casi rectilíneo un verdadero dolor, jaja.
Poco antes de llegar a Tineo nos desviamos hacia La casa del puerto, siguiente dificultad del día. Desde aquí son unos 5kms a algo más del 7%.




La subida es bastante rectilínea y constante en su pendiente. Tenemos buenas vistas del altiplano de Tineo, del Acebo y de parte de la cordillera.





Coronamos La casa del puerto con mucho bochorno. En torno nuestro empiezan a aparecer unas amenazantes nubes que indican que, como decía la previsión, puede llovernos algo.


Bajamos como 1km y ante nosotros tenemos ya la cima de Bustellán. 1km de subida al 9% que se hace bastante duro.


Detrás nuestro dejamos la cima de La casa del puerto.



Coronamos Bustellán. Las vistas son magníficas viéndose incluso el mar.




Bajamos por la vertiente de Castro de Ayones. No conocía esta carretera y me sorprende muy gratamente. Estrecha, tranquila, llena de praderas que deslumbran de los verde que están y con un frondoso bosque autóctono.







La bajada nos deja en Castañedo. Allí comenzaremos la subida a Pende - Biescas. Los primeros kilómetros, hasta Lavio, coinciden con la vertiente del Aguión de Castañedo. Hasta Lavio tenemos 3kms al 10% de media que van de más a menos.



Hace muchísimo bochorno y voy sudando a mares. Noto que cada vez me cuesta más llevar un ritmo decente y que me estoy deshidratando a toda velocidad. Por suerte la corona de 36 dientes me permite superar estos kilómetros con relativa soltura.


En Lavio nos desviamos hacia Pende por una caleyona típica asturiana. Las pendientes, exceptuando alguna rampa puntual son muy moderadas, pero me da igual porque llevo un melocotón importante, jaja.



Pese a ser una caleyona el entorno es espectacular.


Llegamos a Pende y comenzamos un pequeño descenso con algún repecho intercalado. El asfalto está en un estado deplorable y tenemos que bajar muy despacio.





Nos acercamos a Brañasivil en medio de una valle precioso. De nuevo estamos rodeados de verdes praderías y un precioso bosque autóctono. Da gusto pasar por sitios así y no ver las típicas replantaciones de eucaliptos o pinos.





Para llegar a Biescas tenemos sorpresa, un repecho de 1km al 10% y rampas que llegan al 16%. Lo paso como puedo con algún amago de calambre incluido.



Llegamos a Biescas con los botellines secos y asados, pero toca, como siempre, disfrutar de las vistas.


Bajamos hacia Mones por una carretera con asfalto botoso y llena de baches. Sigue haciendo un bochorno terrible pero de momento parece que no nos va a llover.


Acabamos la bajada y comenzamos a subir a Mones. Ni un metro llano.


La subida a Mones no es dura, son unos 3kms a lago más del 5%. Pero voy en las últimas y sufro muchísimo. Estoy deshidratado y no me suben las  pulsaciones. Coronamos el primer alto y veo el cielo abierto...perdón, un bar abierto, jaja. 
Lo asalto literalmente y me tomo dos Aquarius y tres Kitkat, jaja.


Tras un amplio tobogán llegamos a Mones y comenzamos el descenso hacia Arcallana. Tras este pueblo la carretera se estrecha. Este tramo de carretera, por un angosto valle, paralelo a un río lleno de meandros, es uno de los más bonitos que se pueden hacer en Asturias.




Y llegamos por fin a San Martín de Luiña.



Gran ruta, de las que tenía muchas ganas de hacer. Como siempre, lo mejor de la ruta compartir pedaladas con Javi, un grande.




3 comentarios:

  1. Inigualable la cronica. Espectacular. Esta ruta en agosto ya no es lo mismo.

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  2. Perdimos el mieu a caminar, jajaja
    Una ruta muy guapa, sí señor.

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    1. Nos acordamos mucho de ti por lo verde que estaba todo, que eso es algo que siempre remarcas mucho en tus crónicas

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