Después de tres años dando la guerra con mi vieja Peugeot, llegó la hora de cambiar de montura. El cuadro se estaba empezando a picar, así que ya llegó la hora de darle el relevo y presentar la nueva bici, y que mejor sitio que el Naranco y su placa homenaje al Tarangu.


Agradecer a Hugo y a Gilberto todos los consejos y su paciencia a la hora de elegir el cuadro y a Hugo por el montaje de la bici, sois unos cracks.

Y a la Peugeot le toca pasar un periodo en boxes, lijado, pintado y volver a colocar todos los componentes originales, para dejarla para días especiales, jaja. Hasta pronto, vieja amiga.