De nuevo hoy en ruta, el objetivo era hacer mas de 100kms dos días seguidos para seguir acumulando fondo y poder empezar a plantearme objetivos mayores.
La ruta fue de 113kms y unos 1800m de desnivel, con las ascensiones a El Otero, El Viso y la Cabruñana.


Los primeros kms hasta Peñaflor son bastante cómodos, allí me desvió hacia Pravia y después hacia Aces para afrontar la subida a El Otero, sin mucha dureza, un tercera para calentar las piernas y con algún rincón bónito.



Tras coronar bajo a Cornellana y desde allí me dirijo a Salas por la general, con bastante tráfico y además la carretera pica constantemente hacia arriba, por lo que este tramo se me hace bastante largo.


Al llegar a Salas se puede ver la Ermita del Viso en lo alto de la montaña, hasta allí hay que subir.


La subida al Viso comienza en mitad de Salas y el primer kilómetro es brutal, el más duro de la subida. Tendrá por lo menos el 12-13% de media con rampas cercanas al 20%, así que con las piernas cansadas de la ruta de ayer, sufro mucho para superar las rampas. Iba tan clavado que hago el gesto típico de mirar a ver si voy pinchado y veo que llevo la rueda trasera algo baja, pues si, iba pinchado, jajaja, pero es pequeño y me aguanta la subida entera.
Al final del primer kilómetro se encuentra el Tejo de Salas, monumento natural.



El segundo km es algo más suave. Poco a poco la pendiente va disminuyendo y puedo coger algo de aire, y disfrutar de las vistas en los pocos sitios que me lo permite la frondosa arboleda por la que discurre la ascensión.




Me gusto la subida al Viso, corta, explosiva y bastante bónita.


Después de coronar, bajo a Salas a avituallarme y vuelvo hasta Oviedo por la general, con la Cabruñana como mayor dificultad, y en la que sufro bastante. No se que tiene esta vertiente, pero siempre se me atraganta, jajaja.


A partir de allí, terreno rompepiernas hasta casa, que se me hace duro, pero con calma lo supero. Las sensaciones no son buenas, pero son debidas al cansancio acumulado de la ruta de ayer, que a la propia ruta de hoy, así que llego a Oviedo muy contento de haber podido encadenar dos rutas así. Poco a poco, la forma parece volver.
Aprovechando la pequeña tregua que nos dio el tiempo, hoy pude seguir sumando kms y notando como van mejorando las sensaciones poco a poco.
La ruta fue de 123 kms y 1950 m de desnivel, con las subidas a La Degollada por el Cogollo, y a la Ermita del Fresno por Vendón.
La grupeta la formamos, David, Estrada, Hugo y yo.


Tras unos kilómetros de calentamiento por el Berrón, Noreña y Llanera, nos dirigimos hacia Santullano, pasando primero por el Alto del Castiello, corto, pero duro, y con buenas vistas desde arriba.



Seguimos hacia Santullano, por un continuo sube baja.


Y bajamos hasta Soto, para desviarnos hacia el primer objetivo del día.


Una vez que llegamos a Granda, nos desviamos hacia la subida a La Degollada, en una de sus múltiples vertientes.



La primera parte de la ascensión transcurre por una zona arbolada y con pendientes bastante constantes al 7%.




Al llegar al Cogollo, a mitad de la ascensión, la subida se abre, dejándonos magníficas vistas.



La subida en esta zona final es discontinua, alternando rampones y descansos.


Llegando a la cima, las vistas son majestuosas.



Después de coronar bajamos a Avilés a avituallarnos, y desde allí nos dirigimos a la segunda dificultad del día, El Fresno por Vendón, una subida muy irregular que alterna rampas del 20% con bajadas.


Desde la cima podemos ver el mar y la ría de Avilés, y toda la cordillera, que luce magnífica con las últimas nevadas.



Ya solo quedaba volver a casa con un pequeño bucle para sumar más kilómetros. Es la primera vez que hago más de 100kms este año y no llego a casa hecho una piltrafa, jaja, así que muy contento.

Como siempre, un placer compartir ruta con estos charranes, jaja.
Seguimos de pretemporada, y la ruta de hoy es ideal para coger fondo, con la subida a La Cobertoria por Cortes como mayor dificultad de la jornada. En total 124kms y 2150m de desnivel.


Salgo de Oviedo con David rumbo a Trubia por la general, donde hemos quedado con Pablo y Javi, que viene acompañado por Rubén y Pablo, siempre es un placer conocer gente nueva con la que compartir pedaladas.
Así que nos ponemos a remontar el valle del Trubia rumbo a Quirós, con el viento a favor, por lo que llevamos un ritmo muy bueno y en un momento nos plantamos en el comienzo de la ascensión. Los primeros kms no tienen grandes rampas, así que podemos disfrutar del entorno sin mayor problema, entre arboles y el murmullo del río Lindes.




Poco antes de llegar a Cortes, llega la zona más dura de la ascensión, con un km y medio al 10% de media, pero por suerte es corto y con calma se pasa sin mayor dificultad.


Tras pasar Cortes, hay un pequeño descenso y nos metemos en la segunda parte de la ascensión, muy constante al 4-5% y con unas vistas increíbles de Las Ubiñas, el Aramo, el valle de Quirós, los puertos de Agüera y el Gamoniteiro.




Como se puede ver en esta foto, el ritmo de la subida es tranquilo y el ambiente es 100% cicloturista.



Tras coronar, bajada rapidísima a Pola de Lena, donde comemos algo y emprendemos de nuevo la marcha rumbo a Oviedo por la antigua general. Son kms de terreno favorable, por donde volamos, con algún pique incluido, jajaja.
Al llegar al Caleyo, nos despedimos de Javi, Pablo y Rubén, que siguen hacia Avilés, y Pablo, David y yo decidimos meter alguna subida más para llegar a los 2000m de desnivel. Condado, Los Ferrerinos y La Grandota, subidas discontinuas, pero con rampas cercanas al 20%, sirven de perfecto colofón para las pocas energías que me quedaban en las piernas, jaja.


Ruta preciosa, y perfecta para esta época del año. Como siempre, un placer compartir pedaladas con todos vosotros.
Aprovechando que las tardes han crecido y ya se pueden hacer salidas algo mas largas, decidí acercarme hasta la Cruz de Linares, por su vertiente de Proaza, ya que hacía casi dos años que no la visitaba.
La ruta fue unipuerto, 65kms y unos 1000m de desnivel, pero no hay tiempo para más.


Tras unos kms cómodos hasta Proaza, llego por fin al cruce donde comienza la ascensión y el paisaje se torna espectacular.


Los primeros 4 kms superan el 10% de media, así que ya de inicio meto todo el desarrollo y me dedico a subir con mucha calma, disfrutando del paisaje y haciendo muchas fotos. Lo malo es que tenía el sol de cara y las fotos de esta zona salieron muy mal, solo esta foto se medio salva.


La llegada a Sograndio marca la zona más dura de la subida, con rampas muy duras. Justo al salir del pueblo hay un descanso y a partir de ahí la pendiente baja un poco, al 8-9% y la subida se abre dejando unas vistas del Aramo y del Valle del Trubia espectaculares.








Puertazo, duro y de una belleza espectacular. Hacía mucho que no disfrutaba tanto de una ascensión.


Ya solo quedaba bajar de nuevo al valle y volver a casa por terreno rompepiernas pero con muy buenas sensaciones.