En el cicloturismo hay días buenos Y días malos. En los buenos se transita por sitios nuevos o espectaculares. En los malos las sensaciones son malas, llega la pájara y se sufre lo indecible para finalizar la ruta. Pues ambas cosas me pasaron la semana pasada en una dura ruta por el occidente asturiano, esta vez por los Oscos y el valle del Navia.
En total fueron 140kms y 3450m de desnivel, con las subidas a La Garganta, El Chao, Cereixeira, San Esteban de los buitres, Carrugueiro y A Rebuqueira.



Hacía mucho tiempo que no podía hacer una ruta enlazando varias subidas y pasando por zonas que aún no conocía. Por fin el domingo pasado pude realizar una de estas rutas en compañía del gran Javi Avilés.
116kms y 3200m de desnivel con las subidas a las Peñas del viento, el Pico Aguión, La casa del puerto, Biescas y Mones.



Una de las principales características de Asturias es tener al mar y la montaña juntos. En el caso de Aristébano esta cualidad se remarca aún más. En poco más de 15kms podremos pasar de estar en una villa marinera como Luarca a disfrutar de un paisaje típico de montaña de brañas vaqueiras. Aristébano, conocido por celebrarse en la capilla situada en el pueblo homónimo la boda vaqueira, es un puerto largo (15kms), pero de pendientes muy moderadas (3,6% de media). Un puerto ideal para disfrutar con calma de todas las bondades de la comarca.


Tengo poco tiempo para andar en bici últimamente, pero aun así hay que intentar exprimirlo al máximo y visitar zonas bonitas e interesantes cada vez que se puede. La semana pasada, por la tarde, me acerqué a la subida a Las Murias, en Grado, que forma parte de una de las múltiples vertientes de los Puertos de Marabio.
83kms y casi 1500m de desnivel fueron los números finales de la ruta.



La subida a Yernes cuenta con varías vertientes por las que se puede ascender, como la que sube por Rañeces. Otra de ellas es la que sale de la carretera que lleva a los Puertos de Maravio.
Esta vertiente es explosiva y espectacular, con 1,9kms por encima del 10% de media y rampas que alcanzan el 21%. Además el trazado es precioso ya que va ganando altura vertiginosamente por la ladera a base de curvas de herradura.
Al llegar a yernes podemos prolongar la subida por una carretera sin salida que nos lleva a Braña Senra. Añadimos así otros 2,7kms a la subida. Estos kilómetros son irregulares y cuentan con el lastre de un asfalto en estado lamentable. Aún así merece la pena la subida ya que es preciosa y las vistas son espectaculares.
La buena noticia es que en 2018 se acometerá el asfaltado de esta carretera y podremos disfrutar de ella sin más dificultad que su pendiente, que no es poca.