Este año todavía no había visitado el puerto asturiano más mítico, los Lagos de Covadonga, y que mejor manera de hacerla que juntarse una grupeta con novias y amigos en el coche de apoyo, y disfrutar de un magnífico día en la montaña.
A las 12 arrancamos de Soto, los Pablos y yo salimos desde allí, y David, estrada y Marce vienen desde Nueva ya que han subido anteriormente Los Tornos.
Los primeros kms hasta Covadonga sirven de perfecto calentamiento y tras llegar al santuario comenzamos la subida, sin piedad desde la primera rampa.


Los primeros kms se hacen duros. David y Pablo se van en seguida por delante.


Espectador de excepción, jajaja.


El resto seguíamso a un ritmo más tranquilo, ya que la forma en estas épocas no es la mejor.


Poco a poco vamos ganando altura, y llegamos al tramo más duro de la subida, la mítica huesera, una recta de 700m en la que la pendiente no baja del 12%.









Y aquí llegan mis quince segundos de gloria globera, jajaja.









Una vez superada la Huesera, y tras un km muy duro, llegamos al Mirador de la reina y el paisaje se torna espectacular, como bien enseñará Marce en la altimetría que está preparando.
A partir de ahí varios descansillos hacen más cómoda la subida hasta llegar a Los Lagos, que lucen preciosos. Es la cuarta vez que subo a Los Lagos y cada vez me gusta más este puerto.


Un placer compartir pedaladas con todos vosotros, aunque no calléis la boca un segundo, charranes, jajaja.
Ayer, Marce Montero de 39x28altilmetrias, organizó su ya típica quedada navideña para ascender al Gamoniteiro. Pese a la fecha, no era ninguna inocentada, jaja.
La cita era a las 10 de la mañana, pero un servidor llega tarde como siempre y por un problema con la cobertura del movil, creen que al final no voy a ir, por lo que cuando llego al ayuntamiento ya no queda nadie, así que toca apretar a ver si los cazo, jajaja.
Por suerte me encuentro con Luis, que también llegó tarde y subimos juntos hasta que cazamos a uno de los grupillos poco antes de llegar a Armá.


Hasta Armá las sensaciones había sido regulares, pero a partir de aquí se nota el estado lamenteibol de forma y voy en modo supervivencia. Vemos la carretera del Gamoniteiro altísima y deseo que haya nieve y hielo para no poder pasar, jajaja. 


Con mucho esfuerzo llego al cruce del Gamoniteiro, donde hay reagrupamiento. Al poco seguimos hacia el Gamoniteiro, pero tras unos 500m ya encontramos una zona con hielo imposible de superar.


Así que decidimos seguir hasta la Cobertoria, donde estas magníficas vistas nos reciben.



Ya solo quedaba abrigarse bien y bajar a Pola a tomar un cafetín y comentar la jugada.


Un placer juntarse con buenos amigos y conocer gente nueva en rutas así. Marce, yes un crack, aunque la organización estuvo floja, jajaja.
Llevaba todo el otoño queriendo ir a Ventana, para disfrutar del hayedo en pleno esplendor otoñal, pero por una cosa o por otra, no encontré la oportunidad hasta hoy. La pena es que el hayedo está ya casi sin hojas, pero a cambio los últimos 5 kms están cubierto de nieve.
Me acerqué en coche hasta Entrago, ya que no tenía mucho tiempo, así que a las 10:30 arrancó rumbo a Ventana, y los primeros kms me sirven de perfecto calentamiento ya que la temperatura es baja, con mucha humedad, y la niebla está metida a la altura del desfiladero.



Llego al desfiladero, precioso en cualquier época.



Tras pasar el desfiladero y el km más duro de la ascensión, llego a Páramo y la nieve comienza a asomar en las cimas.


Han reasfaltado varios tramos del puerto y se agradece, ya que estaba en muy mal estado.


El sol ya brilla alto, pero la temperatura es fría, sobre todo en las zonas sombrías, en las que la temperatura es muy baja.




Por fin llego al hayedo y empiezo a encontrarme nieve en las cunetas. Precioso, que ganas tenía de subir un puerto nevado.





La temperatura era tan baja que las zonas sombrías estaban llenas de carámbanos.



Últimos kms, ya totalmente nevados, se me hacen largos, pero las sensaciones han sido muy buenas durante la subida.







Último vistazo atrás, con vistas maravillosas.


Y por fin corono, se ha hecho duro, pero he disfrutado muchísimo.


Un vistazo a León y para abajo...


...y que agonía de bajada, como hay que ir muy despacio se tarda mucho en bajar, y el frío es terrible. Me duelen las manos y los pies una barbaridad, hasta que no llego al desfiladero y puedo pedalear un poco para entrar en calor, sufro como hacia mucho que no lo hacía, aun así mereció la pena, jajaja.

Por último, aquí dejo un pequeño vídeo que grabé en el último km de la subida.