Caleyas y rampones por el oriente asturiano - 11 de Octubre de 2019

Había que aprovechar al visita de Marce a Asturias a principios del mes pasado, y unirme a alguna de las rutas que hizo. Esta fue por el oriente asturiano por varias subidas que son verdaderas encerronas, caleyas con unas rampas que asustan.
2200m de desnivel acumulado en 82kms dan buena cuenta del nivel de las rampas que tuvimos que afrontar.


Primeros colores del otoño subiendo a Llueves


Salimos de Arriondas poco antes de las 10 de la mañana. La grupeta la formamos Estrada, Luis, Marce y yo. La temperatura es fresca pero se ve que va a ser muy buena todo el día, sólo hace falta que se retire la niebla.
Nada más comenzar la ruta, comenzamos también la primera subida, que es el Mirador del Fito.


Esta vertiente del Fito, sin ser un coloso, si que tiene unos números considerables, con unos 10kms a casi el 6%.
Vamos ganando altura y saliendo de la niebla. Las vistas van ganando en belleza.






Hago toda la subida charlando con Estrada y antes de darnos cuenta ya estamos en la cima.


Hacemos la foto de rigor en el cartel, aunque yo ni me entero, jaja.


Comenzamos a bajar y las vistas de la costa centro-oriental de Asturias son preciosas. Tanto que merecen una foto de grupo de la que esta vez si me entero, jaja.





Vamos por la general hasta las cercanías de Ribadesella, donde caleyamos un poco por bonitas carreteras rumbo a Cuevas.



Llegamos a Cuevas, pueblo que tiene un curioso acceso a través de una cueva natural, el Monumento natural de La Cuevona.



Poder pedalear por el interior de una cueva es una experiencia única y algo, que pese a ser corto, hay que hacer al menos una vez.



Tras visitar Cuevas vamos a por la siguiente subida del día, y primera encerrona, la ascensión al Monte Moro.



La subida va a tirones hasta que a la salida de un pueblín nos encontramos con un rampón de hormigón que tendrá por lo menos 500m a más del 15% de media y picos del 22%.


Salimos a una carretera en perfecto estado que va ganando altura a media ladera con rampas siempre por encima del doble dígito.


Tenemos unas vistas preciosas de Ribadesella y la desembocadura del Sella.





La última rampa, al 15%, nos deja en un pequeño área recreativa.




Foto de grupo y para abajo.


Bajamos hacia Arriondas por la carretera de La Sinariega. De nuevo un caleyón, pero en un entorno precioso.
La bajada es dura porque tiene intercalado algún repecho bastante importante.



El último tramo antes de llegar a Arriondas va pegado al Sella y es muy visual.



En Arriondas cogemos la general hacia Triongo y allí nos desviamos hacia Llueves, que va a ser la segunda encerrona del día.


Desconocemos totalmente la subida. Vamos por una carretera muy estrecha que gana altura a base de repechos por un valle muy angosto.


Algún tramo sombrío está en muy mal estado, con hierba en mitad de la carretera, hojas, erizos de castañas...


Pero de nuevo, y como ocurre durante toda la ruta, el paisaje es precioso.


Tras pasar un par de casas nos encontramos un rampón que pasa del 25% y que está en un estado lamentable. Entre esto y que voy en las últimas con un pajarón importante, pego un par de patinazos y tengo que echar pie a tierra con la esperanza de poder subir a la bici en al curva del fondo.


Pero tras la curva tanto la pendiente, como el estado de la carretera, siguen igual.


En un pequeño descansillo aprovecho para montar en la bici y continuo subiendo con pendientes siempre cercanas al 15%.


Corono Llueves desarmado y con el estómago en los pies. Mira que me gusta caleyar, pero estas subidas de circocross no me atraen nada.


Bajamos hacia Cangas de Onís por la otra vertiente. Las vistas, de nuevo, son espectaculares.



Paramos a comer algo en Cangas. Como prácticamente todo lo que me ofrecen y noto como recupero energías, jaja.


Vamos a ir a Arriondas por la subida a San Martín de Bada. No tiene grandes pendientes ni mucha longitud, pero es una subida preciosa, atravesando buenas praderías y con vistas amplías de los Montes del Sueve y las sierras aledañas.




Coronamos Bada y bajamos hacia Arriondas siempre con el Sueve delante. Después de comer la sensaciones vuelven a ser muy buenas y estoy disfrutando de esta parte de la ruta como un enano.





En Arriondas decidimos alargar un poco la ruta haciendo un bucle con la subida a Fíos.


La subida es suave, tranquila y bonita. Muy agradable de hacer.


Y la bajada es un auténtico espectáculo con los Picos de Europa luciendo en todo su esplendor ante nosotros.



Y sin más novedad llegamos a Arriondas y damos por finalizada esta preciosa ruta, aunque, como siempre, lo mejor fue la compañía.



2 comentarios:

  1. ¡Ostras! No conocía lo de Cuevas. ¡Ya me estás preparando una ruta por esa zona!

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    1. Se puede hacer algo interesante con alguna subida que aun no conoces. A ver si en navidades puede caer algo

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