El Naranco al CIMA: Duelo de Colosos

El Naranco, la mítica ascensión ovetense, no está incluida dentro del reto CIMA, y para reivindicar su inclusión, este miércoles decidimos ascenderlo. 
Una de las principales características de este blog es su seriedad, jojojo, pero hoy me voy a tomar una pequeña licencia. La crónica de ese día es esta:

Tras largas discusiones en las rutas sobre la dureza de los puertos, decidimos que la mejor manera de dilucidar las dudas sería un duelo en la carretera, donde los escaladores de las montañas ovetenses recibirían a los rodadores de las llanuras lenenses, con la rica aportación en el mercenariato de Pablo.
El terreno elegido es el brutal enlazado del Violeo y el Naranco, uno de los más duros que se pueden encontrar.
La táctica era sencilla, reventar la carrera desde el primer momento y hacer añicos la grupeta.


El gas duró poco y hubo reagrupamiento general, pero las piernas ya habían quedado tocadas. 
Pablo se da un aire a Rui Costa, tiene cuerpo para rodar, es fino para subir y tiene una gran facilidad para dar el último relevo, jojojo.


Aquí David ya suelta el ataque definitivo para irse solo hacia la cima del Violeo.


Y si hay que subir rampas del 20% con la rueda rozando en la vaina... pues se suben, jajaja.


El Violeo es una conquista de gran magnitud, y se nota en nuestras caras de alegría.


Tras unos kilómetros de toboganes, llegamos al Naranco, y David ya está ansioso por atacar.



Así que hay que prepararle el terreno y me lanzo para hacer de puente, jojo.


Llegamos a San Miguel de Lillo y su mítica curva, comienza la zona más dura de la subida, los nervios son evidentes, jaja.


En los últimos 3 kms de subida, los ataques, contraataques, pájaras, recuperaciones milagrosas y demás actitudes alejadas del cicloturismo se repiten sin fin.


Así queda uno después de conquistar la subida más dura de Asturias.


David celebra la incontestable victoria de los escaladores oventenses, tanto individual como de equipo.


Y el paisanón también lo celebra, jojo.


Foto de grupo en la cima...


...y también en la placa homenaje al Tarangu.


David, Estrada, Marce y Pablo, un verdadero placer compartir ruta y risas con vosotros.

PD: Cualquier parecido de esta crónica con la realidad es pura coincidencia, jajaja.

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