Bustellán es uno de los grandes colosos asturianos. Un puerto no muy conocido, pero que tiene como presentación unos números apabullantes (11,2kms al 8,3% de media) y está situado en un entorno espectacular. Y por el pasamos sin tenerlo previsto en una ruta que en principio iba a ser cómoda y acabó siendo bastante dura para la época en la que la hicimos, con 115kms y casi 2400m de desnivel acumulado.
De Brañalonga a La Espina |
Salimos de Muros del Nalón sobre las 10 de la mañana. Vamos por la nacional hasta San Martín de Luiña. Ahí nos desviamos para coger la carretera que lleva a Brieves. Esta es una de mis carreteras favoritas e intento pasar por ella una o dos veces al año.
No pasa un coche y la tranquilidad es total. La belleza del paisaje hace que estos kilómetros sean de total disfrute.
Llegamos a Arcallana y la carretera se ensancha y pasa a tener un asfalto perfecto.
Tras pasar Arcallana afrontamos la ascensión a Mones. Son algo menos de 4kms al 6% de media. No es muy dura pero va sumando desgaste a la ruta.
Tras coronar Mones tenemos varios kilómetros descendentes y muy cómodos para llegar a Brieves.
En Brieves comenzamos a remontar el valle rumbo a La Espina. La zona tiene un encanto especial, como decadente, son varios restaurantes abandonados, que nos recuerdan que esta fue una delas vías de comunicación más importante entre el centro de Asturias y Galicia.
Al llegar al Pontigón nos calentamos y entre risas cambiamos la ruta... y a subir Bustellán. Hasta llegar a Ayones tenemos algo más de 5kms muy duros con una pendiente media que ronda el 9%.
Y tras pasar Ayones encontramos el tramo más duro de la subida. Algo más de un kilómetro con una media cercana al 14% y picos que rondan el 20%. Además este tramo tiene orientación suroeste, que nos protege del viento nordeste y hace que el sol nos dé de lleno. La sudada es de órdago.
Aunque no lo parezca, corono este tramo en las últimas, jaja. Las vistas, con el mar al fondo, son espectaculares.
Al fondo ya vemos el parque eólico en el que se sitúa la cima del puerto. De aquí a la cima las pendientes son más moderadas, en torno al 6-7%, pero con el desgaste acumulado se hace duro.
El último kilómetro es muy abierto y las vistas de todo el occidente asturiano son amplias y claras. Menudo mirador es esta subida!
El gesto no engaña a nadie, estoy deslomado, jaja.
Bajamos un kilómetro y nos desviamos a la izquierda para ir a La Espina por Brañalonga. Aún no conozco este tramo de carretera y no me defrauda para nada. Está llena rincones preciosos y ya estoy pensando en pasar por aquí en el otro sentido.
En La Espina toca reponer fuerzas y caen un par de pinchos enormes de pollo.
Bajamos La Espina y al llegar a Salas nos comemos unos kilómetros de general con mucho tráfico. Después nos desviamos hasta Pravia donde comenzamos la última subida del día: La Fayona.
La subida no es muy dura, pero a estas alturas de ruta se me hace muy larga y llego arriba muy tocado, pero muy contento ya que la ruta ha sido muy guapa.
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