El occidente asturiano... ¿Qué puedo decir de esta zona que no haya dicho ya? Es el paraíso del cicloturismo de puertos. Esta vez me acerqué hasta Pola de Allande para hacer una ruta corta, pero muy dura, con las ascensiones a La Marta, el Collado del Couso y La Marta.
El embalse de Salime |
Salgo de Pola de Allande sobre las 10 de la mañana. La temperatura es fresca ya que está metida la niebla, pero se ve que en la zona alta va a hacer sol y va a hacer calor.
Tras menos de 500m llanos para cruzar Pola de Allande comienzo ya a subir a La Marta, que por esta vertiente comparte sus primeros 6kms con El Palo.
Pese a estar metida la niebla, el poco paisaje que se puede ver es bonito y subo entretenido. La pendiente es muy constante y se sitúa sobre el 6%. Antes de darme cuenta llego al cruce de La Marta.
Abandono la carretera del Palo. Me quedan algo más de 3kms para coronar La Marta.
La carretera se estrecha, pero el asfalto sigue siendo bueno. La pendiente aumenta y se sitúa en torno al 8-9%, siempre muy constante.
Hasta el último kilómetro de la subida no salgo de la niebla. La zona alta, como es habitual en el occidente asturiano, es muy abierta, con zonas de pradera y monte bajo y cumbres redondeadas, casi planas.
A la izquierda ya veo el collado donde se sitúa la cima. La niebla acecha aunque parece que va en retroceso.
Corono La Marta. Las vistas de la otra vertiente, con un mar de niebla son espectaculares.
Aunque las vistas de la vertiente que acabo de ascender tampoco le van a la zaga.
Tras la foto de rigor en el cartel comeinzo el descenso de La Marta. Este tramo es precioso. La carretera, que va bordeando todo el valle haciendo una curva de vaguada enorme, tiene un aroma a carretera antigua que le da un encanto especial. El trazado, los contrafuertes hechos con las piedras de los pedreros de la zona... Lo único malo es que cada poco queman la zona entera y la erosión está empezando a hacer estragos y en breves la zona va a ser irrecuperable.
La belleza de estos kilómetros y el encanto que le da que haya un mar de niebla hace que por momentos vaya hasta emocionado ante lo que ven mis ojos.
Finalizo el descenso y llego al cruce con el puerto de Bustantigo. Sigo dirección a Penouta e Is y dejo a mi derecha la Braña del Campel y el alto de Bustantigo, cuya cima se ve a la derecha.
Me encuentro una manifestación y durante un tiempo tengo que ir neutralizado, jaja.
En Penouta me desvío hacia Puente Nuevo. La bajada es espectacular. El paisaje cambia por completo y de ir por una zona abierta de praderas paso a ir por un valle estrecho con las laderas cubiertas por una frondosa arboleda autóctona.
Tras pasar Puente Nuevo comienzo la subida del Couso. Me esperan unos 4kms a algo más del 10% de media.
El comienzo es muy duro y la pendiente va incrementándose poco a poco hasta llegar al 14-15%.
Por suerte la subida es muy sombría y los árboles me protegen del sol.
A partir de la mitad los árboles desaparecen. Se llega a un pequeño descanso. Justo delante se ve la zona final de la subida, con un par de herraduras que asustan sólo con verlas.
El paisaje vuelve a ser espectacular, con esas laderas agrestes y escarpadas que dominan todo el horizonte.
Las pendientes del tramo final vuelven a superar ampliamente el 10%. Ahora el sol si me castiga con fuerza y la sudada es de órdago.
Corono por fin el Collado del Couso. Me quedan sólo unos 500m para llegar a la carretera del Palo. Las vistas desde aquí son espectaculares.
Comienzo a bajar el Palo. La idea es ir hasta la presa y allí dar media vuelta y subir El Palo.
La bajada es larga y preciosa. En algún lugar se puede ver el espectacular cañón del Navia.
Tras más de 20kms de bajada por fin se ve al fondo la presa de Salime. En su día fue la más alta de España con 115m de altura.
En la ladera izquierda se pueden ver los restos de las instalaciones usadas durante la construcción de la presa.
He pasado por aquí un montón de veces pero nunca deja de impresionarme la magnitud de la obra.
Bajo un sol de justicia comienzo la subida al Palo. Me esperan 26kms de ascensión con más de 1000m de desnivel acumulado.
Los primeros 15-16kms, hasta llegar a Berducedo, son los más duros. No tienen mucha pendiente, al 6% aproximadamente, pero si que son constantes y se acaban haciendo largos.
El principio de la subida es sombrío, pero en seguida desaparecen los árboles y quedo a merced del sol, que me castiga sin piedad.
Entre la presa y Berducedo el asfalto está muy mal. Muy rugoso y lleno de agujeros, hace que se haga muy incómodo rodar por aquí.
Llego a Berducedo y voy en las últimas. Empiezo a notar que no tengo nada de fondo y que los últimos kilómetros de la subida se me van a hacer eternos.
Ahora me encuentro unos kilómetros muy cómodos mientras voy "cresteando" por el Cordal de Berducedo. Todo el terreno es llano con algún tobogán suave.
Llego a Montefurado, donde acaba el cresteo y comienza la parte final del puerto. Me quedan algo más de 4kms al 5-6% de media.
Este último tramo es espectacular. La carretera traza un par de zetas enormes por una ladera descarnada. Este paisaje tan bonito es lo que me salva porque hay momentos en los que casi no soy capaz de dar una pedalada, jaja.
Con mucho sufrimiento llego al último kilómetro de la subida. Sólo me queda la última zeta y una buena recta para coronar este puerto.
Menos mal que el dolor es pasajero y la gloría es eterna, porque menudo dolor de piernas tenía mientras subía la última rampa, jaja.
Corono por fin El Palo, un puertazo tremendo.
A la derecha queda la pista que da acceso al parque eólico. Ideal para amantes de La Troñadiella.
Y a la izquierda se puede ver la cima de La Marta y los últimos 3kms de la subida.
Tras coronar sólo me queda descender hasta Pola de Allande. Por suerte no tengo que dar ni una sola pedalada más, jaja.
Pese a lo cansado que estoy, la satisfacción por la ruta que he hecho es mayúscula. El occidente asturiano es el paraíso del cicloturismo de puertos.
Vaya guapu , pal año que viene quiero hacerla yo
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