Ruta turística de los puertos: Connio y Pozo de las mujeres muertas - 5 de Junio de 2020

Tras tres meses sin poder hacer una ruta decente, por fin puedo desplazarme para subir algún puerto grande. El objetivo es hacer la Ruta turística de los puertos, en el Parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Esta ruta incluye los conocidos puertos del Connio y El Pozo de las mujeres muertas - Valvaler. 100kms y 2000m de desnivel que ahora mismo se me plantean como algo casi imposible.

El bosque de Muniellos visto desde el Connio

Salgo de Cangas poco antes de las 10 de la mañana. La temperatura es fresca, algo más de lo que esperaba, pero mejor, ya que por el occidente siempre hace mucho calor, y prefiero pasar un poco de frío a asarme.


Los primeros 18kms de la ruta transcurren remontando un valle. Siempre pica hacia arriba, pero muy suavemente, sobre el 1-2% la mayoría del tiempo.
Los primeros 6kms de valle, hasta La Regla de Perandones, tienen el asfalto muy deteriorado y se hace muy incómodo rodar.


A partir de La Regla el asfalto se vuelve casi perfecto y el tráfico casi desaparece. Está todo todavía muy verde, manteniendo ese brillo de la primavera. Todo esto junto hace que en estos kilómetros, que en teoría son los más aburridos, vaya disfrutando ya de lo lindo.





Antes de lo esperado llego a Ventanueva y me desvío hacia el Puerto del Connio.

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Los dos primeros kilómetros son muy suaves, todavía un falso llano. Ya puedo ver que si el valle estaba verde, en el puerto directamente va a ser desbordante el color.




Como no tengo nada de fondo me tomo la subida con muchísima tranquilidad. El puerto, siendo duro, no tiene grandes pendientes, y ronda casi siempre el 6-8%.


Voy alternando zonas cerradas con espectaculares túneles de vegetación, con zonas más abiertas que me dejan ver las frondosas laderas del bosque de Muniellos, el mayor robledal de Europa.




Según va ganando altura el puerto se vuelve cada vez más espectacular. No sé ni que pendiente estoy pasando ni nada porque sólo voy pendiente de mirar a mi alrededor.
No sé si será el tiempo que llevaba sin subir un puerto de esta envergadura, pero estoy literalmente alucinando con la belleza del Connio.




Sol, ni una nube, temperatura perfecta, una ligera brisa para refrigerar el motor, ni un coche, ni una persona, un trazado precioso y unas vistas que quitan el aliento. ¡Esto es el paraíso!






En algún rincón del puerto en el que se puede mirar atrás, se ve que las vistas que tenemos a la espalda tampoco desmerecen lo que tenemos delante.




Se ve el fondo del valle, aunque es engañoso ya que el collado donde se sitúa la cima está escondido a la derecha y no se ve casi hasta el final de la ascensión.


En los últimos 5-6kms la carretera se estrecha aún más y se vuelve más espectacular todavía. Además el verde ya desborda, y a la vez deslumbra.






A unos 3kms de la cima se empieza a girar suavemente hacia la derecha para dirigirse al collado donde se sitúa la cima. Hay un tramo como de 1km que está medio excavado en la roca y que es de lo más vistoso del puerto.



Muniellos en toda su grandeza y esplendor.




Se nota que nos hemos metido ya en otra vallina ya que el tipo de árbol que hay en el bosque cambia. Pasamos de los robles a que predominen las hayas.





Y por fin corono el Connio. No hay palabras para expresar lo que he disfrutado.


Lo que me doy cuenta al bajar de la bici en la cima es de lo cascado que voy. Noto que no tengo nada de fondo y hasta me planteo dar la vuelta y dejar el Pozo para otro día...


...hasta que me asomo a la otra vertiente y veo el paisaje. Hay que ir al Pozo. De algo hay que morir, ¿no? jajaja




Antes de empezar a bajar veo que por la cima del Connio han pasado algunos cerdos y han dejado un paquete de clinex y un envoltorio de una barrita. Si lo subiste hasta aquí, ¿qué cuesta bajarlo?


Comienzo a bajar hacia Ibias y resulta que hace un frío de la leche. En la cima del Connio había tan sólo 14º pese al sol que hacía, y bajando, con apenas un chaleco y unos manguitos como ropa de abrigo, en las zonas sombrías voy hasta tiritando.
Y zonas sombrías hay un montón, ya que los primeros 8-9kms de descenso, hasta llegar a la Campa Centenales, van atravesando el bosque de Muniellos y miles de robles tapan la carretera. Está todo precioso, pese a que voy congelado, jaja.




En alguna zona abierta en la que da el sol paro a calentar cual lagarto, y aprovecho para disfrutar de unas vistas que quitan el habla.




Llego a Centenales. Hasta aquí el descenso es muy suave y hay que dar pedales. Eso me ha servido para no acabar de congelarme. Ahora, al cambiar de valle, el descenso va a ser más pronunciado.


La primera zona tras Centenales es muy abierta y ya se empieza a ver tras muchos kilómetros signos de actividad humana, como algún cortín para proteger las colmenas.


A mí me gusta más la vertiente de Moal, por la que he subido, pero la vertiente de Cecos también es un verdadero espectáculo. Y bastante más dura.



Llegando al final de la bajada el bosque autóctono empieza a ser sustituido por las plantaciones de pinos.



Llego a San Antolín. Tenía pensado para a comer un pincho, pero no veo ningún sitio claro para hacerlo y como me quedan aún tres geles y no tengo nada de hambre, decido seguir del tirón hacia el Pozo.


El Pozo...ya la primera rampa, por encima del 10%, te pone en tu sitio y te deja claro que no va a ser tarea fácil doblegarlo.


Rectas, carretera anchísima, pendientes duras, el sol cascando sin piedad sin una sombra en la que refugiarse. Este puerto es la némesis de su vecino Connio.


En la cima del Connio había 14º y 45 minutos después, en el Pozo, ya estoy casi en los 30º. Este valle, no sé porqué, pero es un verdadero horno.


Tras superar los primeros dos kilómetros de la subida se llega a un pequeño alto desde el que se ve, lejísimos, la cima. Asusta ver lo que aún queda por subir.


Tras un llano y una pequeña bajada, cruzamos el río Aviouga y nos encontramos un paredón. Algo más de 2kms que apenas bajan en ningún momento del 10%.



Este tramo del valle del río Aviouga es muy vistoso y al fondo del valle se puede intuir la zona alta del Connio.



Se cruza el pueblo de Seroiro. Preciosas praderas y algunas viñas, pero la pendiente sigue sin dar casi ningún respiro. Voy mejor de lo que esperaba pero no quiero emocionarme ya que sé que aún queda lo peor, jaja.



A la mitad del puerto hay dos kilómetros más suaves, justo al entrar en la zona más abierta y pelada. En ellos, en vez de coger aíre, me vengo abajo ya que me doy cuenta de que voy ya muy cascado y que voy a dejarme la vida para poder coronar, jaja.




Todavía se puede ver claramente que hace dos años y medio quemó el valle entero. Si siguen quemándolo a este ritmo en 15 o 20 años va a ser esto igual que el Ventoux. En fin...


La subida es pestosísima y apenas hay sitios con los que distraerse algo. Algún cortín abandonado, alguna curva en la que se puede apreciar el trazado antiguo de la carretera, y poco más.





Tras pasar el cruce al pueblo de Valvaler, el puerto se vuelve a poner muy serio. Quedan 3kms para coronar y la pendiente va a ser casi todo el tiempo del 10-11%.



Voy penando, pero la visión de la cima hace que la cabeza vuelva a funcionar y me vaya motivando para sufrir y llegar arriba.


La última rampa, al 14%, me deja seco y corono en las últimas. Hasta el último metro hay que esforzarse a tope. Como he sufrido para coronar...y que bien lo he pasado, jajaja.


Queda un kilómetro de falso llano para llegar a la cima de Valvaler, con los bordes de la carretera llenos de ganado.





Todo quemado y erosionado. Una pena.


A la izquierda el Valledor, un valle precioso pero igualmente destrozado..


Foto en el cartel del , para mí, puerto de paso más duro de Asturias. Subí este puerto en 2012, lo subí en 2015, lo subí en 2020...y no volveré hasta 2025 como poco, jajaja.





Ahora casi todo el camino hasta Cangas es descendente. Los primeros 4kms son muy pronunciados y hay que hacerlos con cuidado.


El descneso por el valle del Coto, siempre al 2-3% favorable, es vertiginoso pese a que voy en las últimas. Además está todo tan verde y bonito que los kilómetros pasan volando.





En La Regla paro a tomar un refresco y al bajar de la bici me dan calambres en todos los músculos de las piernas a la vez. Se nota la falta de fondo y el sobreesfuerzo.
Después ya hago los 6kms que me quedan para acabar muy tranquilo.


Grandes puertos, paisajes incomparables. El paraíso del cicloturismo.



2 comentarios:

  1. muy bonito pero la musica no vale nada

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  2. El puerto de el connio es muy guapo de subir, es llevadero, con muchos mosquitos debido a los robles que hay, y la bajada muy larga hasta Ibias, pero el puerto del El pozo de las mujeres muertas, es mortal, duro, y eterno y como pique el sol, se te hace mucho mas duro. Buen recorrido y eso de que estabas en baja forma no me lo creo porque subirse esos dos puertacos, tiene mérito.

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