El occidente es la zona de Asturias con más puertos, y la sierra de La Bobia es la reina de la zona, con infinitas vertientes para subir hasta ella. Un paraíso para el cicloturismo para perderse por ella y disfrutar de la dureza y belleza de sus carreteras.
La vertiente de Penzol es una de las más duras. Con casi 18kms al 5,5%, sus números son engañosos ya que estamos hablando de un puerto con más de 1000m de desnivel acumulado en poco más de 15kms netos de subida.
La subida comienza en la carretera AS-22, donde cogeremos la carretera CP-4 dirección a Meredo y Penzol.
El comienzo es muy tendido con pendientes que rondan el 4-5%.
A nuestra derecha podemos ver la Casona de Sestelo, edificación con múltiples usos a lo largo de su existencia.
Tras algo menos de 2kms de subida tendremos que desviarnos a la izquierda dirección Penzol.
Durante casi 3kms la pendiente aumenta y se sitúa en torno al 6-8%.
Tras un pequeño descenso nos meteremos en un valle muy abierto y tendremos otros 3kms de subida con pendientes muy constantes en torno al 7-8%.
Llegando a Penzol tendremos amplias vistas de la zona por la que hemos ascendido.
Coronamos el segundo alto que tendremos en la subida.
Tras un descenso de algo más de un kilómetro, y tras pasar unas antiguas escuelas, nos desviamos a la derecha y afrontamos el kilómetro más duro de la subida, con una media del 11,6% y rampas que alcanzan el 15%.
Tras otro medio kilómetro muy duro la pendiente nos da un ligero descanso y nos metemos en un valle interior desde el que ya podremos ver a la izquierda el parque eólico de La Bobia.
Este tramo es el más bonito de la subida. Por una carretera estrecha se va ganando altura lentamente por un valle precioso, donde la sensación de soledad es tremenda.
Tras dos kilómetros más suaves, en torno al 5-6%, tendremos que afrontar una rampa muy dura, de unos 500m al 13-14%, para salir de ese valle interior.
Llegamos a un collado donde la carretera se une a la que viene de la vertiente de Molejón.
Nos quedan algo más de 3kms para coronar. Son bastante duros ya que la pendiente ronda el 7-8% y llevamos ya casi 15kms de subida en las piernas.
Esta zona de la subida también es muy vistosa. La carretera va ganando altura por la ladera con alguna herradura, y si el día está despejado podremos ver el mar.
El asfalto, aunque es rugoso, está en buen estado para subir exceptuando algún tramo puntual.
Llegando a la cima encontraremos mucho ganado, haciendo honor al nombre de la sierra.
La última rampa, que se ve al fondo, vuelve a ser muy dura, con 400m cuya pendiente oscila entre el 11 y el 14%.
Coronamos en la zona conocida como Campo da Bobia.
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