Por la reserva de los Oscos y el Eo(lo) - 10 de Mayo de 2019

Y otra vez en el occidente asturiano para hacer una ruta. La ruta transcurrió por la reserva de los Oscos y el Eo, con las subidas al Pico Ouroso y La Bobia. Profundos y angostos valles, frondosos bosques autóctonos, molinos, arroyos... todos eso nos espera en esta ruta. Y un compañero inesperado, el viento.
2500m de desnivel acumulado en tan sólo 87kms. El auténtico paraíso para el cicloturismo de puertos.


Molino de Soutelo

Salgo de Vegadeo a media mañana. La temperatura es buena, pero sopla un viento del sur fortísimo. Voy a tener viento de cara la primera mitad de la ruta y creo que sólo en los fondos de los valles me voy a librar de él.
Nada más salir de Vegadeo comienzo la primera subida del día, la Sela de Fabal. 50m llanos, los únicos del día, jaja.
La Sela de Fabal es una subida suave, unos 7kms al 4%. Es ideal para calentar, pero hoy se me hace durísima ya que el viento de cara es brutal y me cuesta un montón ir a 12-13kms/h en un 3-4%.


La subida es muy monótona. Carretera ancha, grandes rectas y plantaciones enormes de eucaliptos. Entre ésto y el viento, estoy pasándolo fatal. 


En los últimos 2kms se sale de las plantaciones de eucaliptos y la subida es algo más entretenida.


A la izquierda se ve el collado donde se sitúa la cima de la Sela de Fabal.



Corono la Sela de Fabal y tengo 1km de bajada para comenzar la subida a la Sela de Entorcisa. Ambas subidas están enlazadas y funcionan como si fueran una. 
La bajada es infernal y apenas puedo pasar de 30kms/h. El viento me hace dar unos bandazos tremendos y debo de extremar la precaución.
Para llegar a la Sela de Entorcisa tengo que subir unos 2-3kms al 5-6%. La ladera me protege del viento y subo algo mejor.


Pero la bajada a Taramundi vuelve a ser complicadísima por culpa del viento, y no puedo dejar a la bici que se lance.


En Taramundi bajo hacia el Molín de Mazonovo. Los fondos de valle de esta zona son espectaculares, con bonitos bosques autóctonos, con un verde que deslumbra, que contrastan una barbaridad con las horribles plantaciones de eucaliptos que arrasan la zona costera.


El Molín de Mazonovo es precioso y recuerdo que tengo que venir un día por aquí de turismo para visitarlo.




Comienzo la subida al Pico Ouroso. En este caso es hasta el Alto del Couso, ya que a 3kms de la cima del Ouroso me voy a desviar. Como siempre pasa, por esta zona, hay mil opciones para subir cada puerto.


Los primeros kilómteros son cómodos y voy maravillado por la belleza del paisaje. La primavera luce con su máximo esplendor y está todo precioso, brillante y frondoso.



La carretera está en perfecto estado, el trazado es bonito, apenas hay tráfico...un paraíso para la bicicleta.
Además en esta zona apenas me da el viento y voy muy cómodo.



Tras unos 3kms de subida cojo el desvío hacia Santa Marina. La pendiente cambia y ahora apenas baja del doble dígito, con zonas que alcanzan el 15% sostenido durante muchos metros.



La zona más dura de la subida esta caracterizada por varias herraduras que ayudan a ganar altura por la ladera.


La vegetación lo cubre todo, y pese a lo dura que es la pendiente, estoy maravillado con la belleza de la subida.


A la derecha se puede ver Taramundi.


Tras 2kms muy duros la pendiente suaviza ligeramente y se sitúa en torno al 8-9%, por lo que sigue siendo muy dura.
Además en esta zona la subida se abre, desaparece el bosque, y el viento vuelve a castigarme con dureza. Es un suplicio avanzar y cada pedalada me cuesta un mundo.


Me distraigo observando los increíbles bosques autóctonos de la zona.



En Santa Marina hay un pequeño descanso, y después quedan 2kms muy duros para llegar a la cima del Alto del Couso. La pendiente apenas baja del 10%.
Lo bueno es que han asfaltado este tramo y la bici rueda muy bien. O rodaría muy bien si no me fuese comiendo un viento huracanado frontal, jaja.



Por fin veo la cima del alto del Couso. Menos mal, porque entre la dureza de la subida y el viento voy ya deslomado.





Como suele pasar en el occidente, el fondo del valle es precioso y la cima suele ser bastante desangelada, jaja.



Ahora me dirijo hacia Villanueva de Oscos por una carretera que tampoco tiene un metro llano. Todos el tiempo hay que superar toboganes sin mucha dureza, pero que van desgastando. 



De nuevo, cuando se baja al fondo de algún valle, el paisaje es precioso. En este primero me encuentro un robledal con los árboles totalmente cubiertos por líquenes.
Me detengo un rato a disfrutar de la belleza y el silencio de este paraje.




Tras una pequeña subida, vuelvo a descender hasta otro fondo de un valle, con un río precioso, con una pequeña cascada, y de nuevo varios robles recubiertos de líquenes.




Una nueva subida me lleva a Santa Eufemia. Son las 14 y no veo la hora de llegar a Villanueva y poder comer.



Pese al hambre, estoy disfrutando muchísimo de esta preciosa carretera.


Por fin llego a Villanueva de Oscos, donde me como un bocadillo enorme. ¡Vaya hambre tenía!



Ahora tengo unos 5kms de subida por la general a La Llanada. La pendiente es suave, en torno al 4-5%, pero la subida es muy abierta y el viento me vuelve a castigar duramente.


Corono la Llanada y me dirijo hacia Loujedo. Las vistas son preciosas, con la sierra de San Isidro, la sierra del Carondio, el Palo...delante mío.


Los últimos 2kms de la bajada hacia Soutelo son tremendos. La pendiente es exagerada, entre el 15 y el 20% mucho tiempo, y la vegetación además es tan tupida que da la sensación de estar bajando al fin del mundo.



Por fin llego a Soutelo. Ahora toca sufrir porque voy a subir uno de los puertos de paso más duros de Asturias, quizas sólo por detrás de La Marta y el Pozo de las mujeres muertas. Y encima llego reventado.


Comienzo a subir y la pendiente ya se sitúa desde el primer metro de ascensión en torno al 13-14%.


El primer kilómetro es demoledor y además en el fondo del valle, al ser tan angosto, hace un calor exagerado. 


Tras pasar el cruce de Arruñada encontramos un pequeño "descanso".  Lo entrecomillo porque aquí el descanso es al 8%.



Tras algo más de medio kilómetro más humano, la pendiente vuelve a incrementarse brutalmente y no baja de nuevo del 12-13%.




Lo bueno es que la belleza salvaje de la zona es abrumadora por momentos.


Tras pasar Arruñada viene la zona más dura de la subida. Durante algo más de medio kilómetro la pendiente no baja del 15% y por momentos ronda el 20%. Además el piso es de hormigón y dificulta aún más el avance.


Salgo del hormigón tocado. La pendiente baja, pero muy poco, y se estabiliza en torno al 11-12%. Este puerto es brutal y no deja un momento de respiro.



A la izquierda ya se ven los molinos del Parque eólico de Grallas.


Llego al cruce de Pastur y aquí está el segundo descanso de la subida.


Al fondo se ve la carretera cortando la ladera con una pendiente brutal. Casi vale más la pena no mirar hacia allí.



El último kilómetro y medio de subida es bestial. La pendiente ronda el 13-14% todo el tiempo. Lo bueno es que el viento del sur que me ha castigado toda la ruta ahora por fin sopla a mi espalda y me ayuda a avanzar.



Este último tramo es precioso. Es brutal el contraste entre lo cerrado que es el valle en el comienzo de la subida, y lo abierta que es la ascensión en sus últimos kilómetros.



Por fin llego a la antigua mina de La Excomulgada. La pendiente baja considerablemente y por fin puedo coger algo de aire.



A la izquierda puedo ver de nuevo el Parque eólico de Grallas y la Campa A Bobia.


La foto no hace justicia a las vistas. Desde luego vale la pena el esfuerzo de subir hasta aquí.



Y por fin corono La Bobia. Puertazo. Durísimo y precioso.


Ahora tengo unos kilómetros de cresteo por la Sierra de La Bobia. La sensación de soledad es tremenda. Ni recuerdo cuanto tiempo llevo sin ver un coche o una persona.


Por ese valle estrecho que se ve es por donde sube la vertiente de La Bobia desde Soutelo.



Y llego a Grallas. A la derecha se puede ver el mar y la Ría del Eo. Desde la más solitaria montaña se puede ver el mar. Un verdadero lujo.


Bajo hacia La Garganta, con su curioso trébol hecho en la hierba y al fondo el Pico Ouroso.



Sólo me queda bajar a Vegadeo por La Garganta. La bajada se me hace muy larga ya que por culpa del viento tengo que ir muy despacio ya que las rachas me hacen dar unos bandazos tremendos.
Llego a Vegadeo reventado, pero más que satisfecho. Una ruta por el occidente siempre es lo mejor para un amante del cicloturismo de puertos.



3 comentarios:

  1. La bobia.......... Quien sube, repite, por algo será

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  2. Cómo me gusta el Occidente asturiano (será que mi pueblo ye Abres, Vegadeo). Gracias por compartir estas cosas.
    La única pregunta que se me viene a la mente es cómo haces para sacar tantas fotos. Se agradece mucho, pero me parece una locura jaja.

    Un saludo.

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