A los Lagos de Covadonga - 13 de diciembre de 2022

La subida a los Lagos de Covadonga es la ascensión más famosa de Asturias, y sin duda alguna una de las más bonitas de la provincia.

Hacia casi tres años que no la visitaba, así que ya era hora de volver y disfrutar de la dura ascensión del oriente asturiano.

Llegando al Lago Enol

Salimos de Arriondas a las 10 de la mañana. El plan es sencillo, ir hasta los Lagos y volver, aunque debido a la espesa niebla que hay hacemos un cambio y decidimos ir hasta Cangas de Onís por la pequeña subida de Bada y así nos quitamos unos kilómetros de general, que siempre son incómodos y peligrosos.

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La subida a Bada no tiene mayor dificultad, y más con las piernas frescas. La niebla apenas nos deja ver nada, pero vamos charlando animadamente y antes de darnos cuenta ya estamos al lado de la cima.

Comenzamos a descender hacia Cangas de Onís. La niebla se va despejando y empezamos a ver el precioso paisaje que nos rodea.

Comenzamos a remontar tranquilamente el valle hasta llegar a los aledaños de Covadonga. La pendiente se sitúa en torno al 5-6% como aviso de lo que nos vamos a encontrar.

Tras parar un momento en Covadonga a quitar algo de ropa de abrigo, comenzamos la subida. La pendiente asciende rápidamente hasta el 9-10% y es que los Lagos dejan claro bien pronto que para ascenderlos hay que realizar un esfuerzo importante.

Tras 6 kilómetros muy duros de subida llegamos a la Huesera, el tramo estrella de la subida.

Con algún espontaneo en la cuneta y bastante esfuerzo, vamos avanzando siempre con rampas en torno al 14%.

Superamos la Huesera pero las pendientes no bajan del 10%.

En el Mirador de la reina se sitúa el primer descanso de la subida. A partir de aquí la belleza de la ascensión es casi inenarrable.

Y es que este puerto es una joya porque lo tiene TODO.

A un lado podemos intuir el mar y al otro aparece ante nosotros el corazón de los Picos de Europa.

Llegar al Lago Enol, pese a que el día este plomizo, siempre es algo maravilloso.

Damos la última curva a izquierda y el Lago Enol aparece ante nsosotros.

Tras otro pequeño tramo de subida llegamos al Lago Ercina y damos por finalizada esta subida que es un auténtico lujo.

Como anécdota del día, en la cima unos cuervos juegan con nosotros. Y es que hay que ver que listos son estos bichos.

Tras la foto de rigor, descenso fresco hasta Covadonga, donde paramos a tomar un café, y vuelta tranquila por la general hasta Arriondas.

Al final ha salido una ruta magnífica, y es que los Lagos son siempre una apuesta segura.