El último puerto importante que había subido antes de que comenzase el confinamiento fue la Cruz de Linares por la vertiente de San Andrés, un puertazo con el que siempre quedo encantado, así que en esta mañana de domingo con unas horas libres para rutear por cerca de casa, que mejor sitio para visitar que este ícono del cicloturismo de puertos asturiano. Esta vez la vertiente elegida fue la de Proaza. Con el paso previo por el Tenebredo queda una ruta de casi 1500m de desnivel en tan sólo 58kms.
Los kilómetros finales de la Cruz de Linares son un espectáculo para la vista |