Casielles, situada en el concejo de Ponga, y en el parque natural de Ponga, es una de las subidas más famosas de Asturias pese a que la Vuelta a España nunca la ha ascendido. Y se ha hecho conocida gracias a una característica muy peculiar, y es que en sus últimos 2,4 kms de subida tiene nada menos que 24 herraduras, con pendientes muy elevadas, para poder alcanzar la aldea de Casielles ascendiendo por una angosta canal.
Pese a ser una subida corta, sólo 3,8kms, alberga gran dureza ya que tiene un 12,3% de media y rampas que alcanzan el 21%.
En la N-625, en pleno Desfiladero de los Beyos, y a la vera del río Sella, nos encontramos el Puenta la Huera y justo allí el desvío donde comienza la subida a Casielles y también a la vecina Viboli.
En los primeros 200m de subida nos encontramos una rampa importante para acceder a la Foz de los Andamios.
Esta foz es el tramo más espectacular de la subida, con la carretera excavada en la roca y el río Viboli a nuestro lado. Aquí va a ser el único lugar donde la pendiente nos dé un respiro.
Porque justo después nos vamos a encontrar la rampa más dura de la subida, que llega a alcanzar el 21%, con la dificultad añadida de que el asfalto está muy sucio y tiene hasta musgo.
Tras algo más de un kilómetro de subida la pendiente disminuye momentáneamente y llegamos al desvío de Casielles.
Aunque el cartel ponga que quedan 3,4kms la realidad es que restan poco más de 2,4kms de subida.
Nada más pasar el puente nos encontramos una rampa terrible, por encima del 15%, y con el asfalto en muy mal estado.
Esta será la tónica habitual durante el primer kilómetro de la zona de las herraduras. Rampas muy duras y asfalto en muy mal estado.
Eso si, el paisaje, si conseguimos levantar la cabeza, es espectacular, y es que Ponga es uno de los lugares más bellos de Asturias.
Tras algo más de 2kms de subida el asfalto pasa a ser nuevo y estar en perfecto estado. Esto unido a que la pendiente disminuye ligeramente hace que pase a ser más sencillo avanzar e incluso poder disfrutar de las vistas.
Herraduras, herraduras y mas herraduras. Y es que para eso se viene a Casielles.
Pronto se puede ver lo rápido que hemos ganado altura desde el Desfiladero de los Beyos.
Tras poco más de 3kms de subida se empiezan a ver las casas de Casielles.
Al cruzar el pueblo la pendiente vuelve a aumentar y el asfalto vuelve a estar muy roto, en alguna zona casi es inexistente.
Y tras una durísima rampa final, llegamos al punto más alto del pueblo, donde se sitúa la capilla y el final de esta excepcional subida.
Y aún así y todo, a esta belleza, curiosa y pintoresca subida donde las haya, no le da para estar entre las 25 mejores de Asturias, según tu opinión. Si es que nadáis en la más absoluta abundancia, abusones. Para la próxima la meto un día junto con Víboli, que hace mucho que no voy a ese callejón sin salida.
ResponderEliminar