Niebla en las brañas vaqueiras - 30 de Abril de 2019

De nuevo en el occidente asturiano para hacer una ruta. Y es que cuando hay ganas de sumar puertos y desnivel no hay mejor zona en Asturias que esta. Con infinidad de puertos y vertientes que hacer.
Este día hicimos una ruta de casi 2700m de desnivel en 100kms, reccorriendo rodeados por la niebla las brañas vaqueiras, con las subidas a la Llomba Carqueixa, Los Cándanos, Brañúas y Aristébano.


Puerto de Luarca



Salimos de Luarca Luis, Rober y yo poco después de las 9 de la mañana. La temperatura es fresca, pero buena. Lo malo es que está metida la niebla y no parece que vaya a levantar en todo el día.
Cruzamos Luarca y subimos a la rasa costera para incorporarnos a la general. Los primeros kilómetros de la ruta son los únicos llanos de toda la ruta. En ellos cruzamos el pueblo de Otur.


Al final de la recta de Otur nos desviamos a la izquierda y comenzamos a subir al Alto de La Bobia, que no es más que la primera parte de la Llomba Carqueixa.
El primer kilómetro es bastante duro, con rampas que rondan el doble dígito.



Este alto es un continuo sube baja atravesando zonas de praderas y otras de bosques. Las pendientes son moderadas y cómodas la mayor parte del tiempo.



Puntualmente vemos el mar desde la subida. En un día despejado las vistas deben de ser espectaculares. Hoy nos ha tocado el día malo.




Los dos últimos kilómetros antes de llegar al Alto de La Bobia son los más duros, con pendientes continuas en torno al 6-7%.



Coronamos La Bobia y giramos a la izquierda hacia la Llomba Carqueixa. El inicio es demoledor ya que los primeros 800m tienen una media del 13% con picos del 16-17%.
Esta zona es muy abierta y aquí ya nos vemos más allá de 10m delante nuestro. Este tramo es uno de los más escénicos y con mejores vistas de toda Asturias y hoy casi no nos vemos entre nosotros.


Este tramo de la Llomba Carqueixa, que une La Bobia y El Segredal, es una sucesión de rampas durísimas con algún descanso por el medio.
Encima hoy, con la niebla metida, se pierde cualquier referencia y es un agobio. Sólo se ve un rampón delante y ni se intuye el final, jaja.


Por fin, tras mucho esfuerzo, llegamos al Segredal. Hoy hemos tenido mala suerte. Pero tenemos la esperanza de que en los siguientes puertos no haya niebla.


Descendemos El Segredal hasta Siñeriz y allí nos desviamos hacia el Alto de Los Cándanos, siguiente dificultad del día. 5kms al 9% de media y con algún tramo muy duro.


La zona baja del valle está despejada, pero como sucedía antes, la zona alta está totalmente cubierta por la niebla. Y casi mejor, porque así no vemos las rampas que tenemos delante.


Rampas al 15%...


Rampas al 20%...


Herraduras espectaculares...



...y más rampas que no bajan del 15%. La zona intermedia de este Alto de Los Cándanos es un verdadero bestial.



Este tramo tan duro finaliza al llegar a una zona de campas donde se ve el mar a un lado y las montañas al otro. Pero claro, eso es en un día despejado. Así que hoy para entretenerse no queda otra que ir charlando, jaja.


Coronamos Los Cándanos y bajamos hacia Oneta. Como no hay vistas hoy toca entretenerse con la arquitectura típica local.


El tramo de Oneta a Villayón tiene un par de kilómetros muy guapos.


A nuestra derecha se puede ver una de las famosas cascadas de Oneta.


Llegamos a Villayón, donde comemos paramos a comer algo.


Salimos de Villayón rumbo a Brañuas. Nos esperan unos 13-14kms de subida. Y nada más salir del pueblo volvemos a meternos en la niebla.


Pasamos por los mismo sitios que hace diez días rumbo a La Marta, pero en sentido contrario. Si el otro día disfrutamos de unas vistas espectaculares, hoy todo tiene un aspecto fantasmal. Ya no tenemos esperanza de ver nada en todo el día.



Pero tras pasar Parlero, a unos 5kms de la cima, la niebla desaparece de golpe y aparece ante nosotros el sol.


Tras un pequeño descenso nos quedan unos 3kms a casi el 10% para llegar a la cima de Brañúas.
La carretera, para alcanzar el collado donde se sitúa la cima, traza una zeta preciosa por la ladera de la montaña.




En el "sprint por los puntos de la montaña" llega el momento postureo del día, jaja.


Coronamos Brañúas. Llevamos algo más de 2000m de desnivel acumulado en menos de 60kms. 



Bajamos hacia Navelgas. El descenso es al estilo NibaLIE, es decir, despacio, pero postureando, jaja.






El valle del Río Oro luce precioso en primavera.


Y al fondo el Collado Santiellos. Hace diez días que subí La Marta y ya me apetece volver.




Tras unos kilómetros descendentes por el valle hasta llegar a Navelgas, comenzamos a subir el repecho que nos llevará a Naraval. Algo más de 2kms al 6% en medio de una vegetación que en esta época del año es muy frondosa e incluso brilla de lo verde que está.



Tras bajar a Naraval comenzamos la última subida del día, el Alto de Aristébano, famoso por celebrarse en su cima todos los años la boda vaqueira.



Esta vertiente de Aristébano, que son unos 4kms al 7% de media, no me gusta nada. Es tremendamente monótona y aburrida.



Coronamos con alegría porque ya no nos queda más que bajar a Luarca para acabar la ruta.


En Luarca aprovechamos para hacer un poco de turisteo por el barrio de Cambaral y su muro de pavé (creí desarmar la bici, jaja), la capilla y el faro. La villa blanca es preciosa y luce hasta con niebla.



Al fondo se puede ver el Cabo Busto.




La ruta ha quedado estropeada por la niebla, pero ha estado entretenida porque, como siempre, lo mejor de las rutas es la compañía.



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