Tenebredo y Cruz de Linares - 22 de Julio de 2018

La Cruz de Linares es una preciosa, y muy dura, subida situada en el valle del Trubia, a pocos kilómetros de Oviedo. Hacía ya tres años desde la última vez que lo había subido por la vertiente de Proaza, por lo que el pasado domingo tocó hacer una visita a esta espectacular subida.

Vistas desde la cima de la Cruz de Linares




Salgo de Oviedo por la Senda Verde de Fuso. La intención es acceder al valle del Trubia por el Tenebredo.
El día está medio nublado, pero hay mucha humedad y hace un bochorno pegajoso.
Los dos primeros kilómetros de esta vertiente del Tenebredo son los más duros, con pendientes que rondan casi todo el tiempo el 9-10%.


La segunda parte de la subida es más tendida y abierta. Voy subiendo con calma y en seguida llego a la cima.



Bajo hacia Proaza, donde hace todavía más bochorno. Tras unos 4-5kms llanos comienza la subida a la Cruz de Linares. El comienzo deja claro lo que me voy a encontrar, rampas duras y continuas casi siempre por encima del 10%.


Tras todas las lluvias de este año, el paisaje es tan frondoso que invade la carretera.



Para cruzar el pueblo de Sograndio hay que superar rampas importantes que en muchos momentos alcanzan el 15%.



Los dos últimos kilómetros de la subida son algo más suaves, con pendientes en torno al 8-9%. La subida es más abierta, y en un día despejado se puede disfrutar de unas vistas espectaculares del Aramo y de las Ubiñas. Por desgracia no es el caso hoy, ya que las nubes altas tapan parte de esas vistas.


Corono la Cruz de Linares con una sudada de órdago, pero totalmente satisfecho por la espectacularidad y belleza de esta subida.


Bajo hacia San Andrés con mucho cuidado ya que el asfalto de los primeros kilómetros de la otra vertiente está en un estado lamentable.


Las vistas de la otra vertiente también son espectaculares.



Una vez que llego a Trubia vuelvo a Oviedo por la general, como es habitual. La subida a Sograndio no es dura, pero voy bastante crujido y con hambre y se me hace bastante larga.


Entro a Oviedo por el "Kappelmuur" de Santo Medero y doy por finalizada una preciosa ruta.



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