Fumarea, Cruz de Peón y Collada Pandenes - 9 de Febrero de 2017

Poco a poco seguimos aumentando ligeramente la dificultad de las rutas. Esta vez tocó acercarse a tres puertos clásicos del cicloturismo por la zona de Sariego y Villaviciosa como son Fumarea, La cruz de Peón y la Collada Pandenes. En total 100kms y 1700m de desnivel acumulado.





Salimos de Oviedo a las 9 Marcos, Roberto, Rubén y yo rumbo a Pola de Siero. La mañana es fría y cuesta entrar en calor hasta que pasamos la Pola y nos desviamos hacia Sariego. Por esa zona de toboganes las piernas ya empiezan a funcionar mejor.
Comenzamos la ascensión a Fumarea, 5kms duros aunque con un amplio descanso a la mitad. Las nieves caídas durante los últimos días nos dejan unas vistas espectaculares de la cordillera, el Aramo, las Ubiñas y los Picos de Europa.


Pese a ir tranquilos vamos a buen ritmo y en un momento ya vemos el collado donde se sitúa la cima.



El final de Fumarea es muy duro, con rampas que superan el 10%. Coronamos y ya tenemos la primera subida hecha.



Bajamos hacia Peón extremando la precaución ya que la carretera está sucia y con curvas muy mojadas. En Peón nos desviamos y comenzamos la subida a La cruz. Nos esperan algo más de 4kms al 8,5% de media.


El piso está en perfecto estado y facilita la ascensión. La pendiente ronda el 8-9% casi todo el tiempo, sin descansos, y con zonas donde se supera ligeramente el doble dígito.


Tenemos buenas vistas del valle por el que hemos bajado de Fumarea.




Pese a ser una subida corta se hace dura, y cuesta hacer los últimos metros para llegar a la cima.




Las vistas de los Picos de Europa desde La cruz de Peón son brutales.


Bajamos a Villaviciosa por el Pedroso y por fin llegamos al mejor momento de todas las rutas: el avituallamiento, jaja.


Una vez tomado el café volvemos a la ruta y nos disponemos a subir la Collada Pandenes por la vertiente de Poreño.
Los primeros kilómetros son los más duros y hay que tomarlos con calma ya que a esas alturas del año ya se nota el desnivel acumulado en la ruta.




Cerca de la cima las piernas pesan un montón. Por suerte los dos últimos kilómetros son muy tendidos.



Coronamos Pandenes y bajamos hacia Sariego, de nuevo con unas vistas espectaculares, pese a estar el cielo gris. Las fotos no hacen justicia a los paisajes.




Desde Sariego deshacemos el camino andado para volver a Oviedo. gran ruta, pero como siempre, lo mejor la compañía.



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