La Collada Mohandi es un puerto relativamente conocido que comunica los concejos de Infiesto y Ponga. Hoy voy a presentar la vertiente norte, que transcurre íntegramente por el concejo de Infiesto.
La subida presenta dos partes totalmente diferenciadas, algo más de 7 kilómetros de pendientes suaves que ayudan a remontar el valle, y los últimos 5 kilómetros que rondan el 7%, pero sin grandes rampas que hacen la subida muy llevadera.
Pero más allá de los números, donde Mohandi es un segunda normal, esta subida destaca por ser de una belleza excepcional, atravesando un valle precioso, no de grandes vistas, sino de pequeños rincones de una belleza abrumadora, donde la tranquilidad y el silencio se adueñan de todo.
La subida presenta dos partes totalmente diferenciadas, algo más de 7 kilómetros de pendientes suaves que ayudan a remontar el valle, y los últimos 5 kilómetros que rondan el 7%, pero sin grandes rampas que hacen la subida muy llevadera.
Pero más allá de los números, donde Mohandi es un segunda normal, esta subida destaca por ser de una belleza excepcional, atravesando un valle precioso, no de grandes vistas, sino de pequeños rincones de una belleza abrumadora, donde la tranquilidad y el silencio se adueñan de todo.
La ascensión comienza en Sevares, donde tomaremos la AS-339 que nos dirigirá a Sellaño.
Desde el principio el tráfico es inexistente y las pendientes son muy suaves, en torno al 2-3%.
La carretera es estrecha y el asfalto se encuentra en buenas condiciones.
Atravesamos también una pequeña garganta, con la carretera pegada a la roca y los quitamiedos de piedra cubiertos de musgo. Las pendientes siguen siendo cómodas, ideales para disfrutar del entorno.
Finalizando la primera parte del puerto, el valle se abre un poco atravesando una zona de pequeñas praderas.
Tras 6 kilómetros de ascensión, la pendiente aumenta ligeramente hasta situarse en el 4-5%, como preludio a la zona final del puerto.
Y llegamos a los últimos 5 kilómetros de ascensión, los más duros, al 7% de media, con pendientes bastante constantes, y en los que se va ganando altura por la ladera de manera paulatina.
En el kilómetro 9 nos encontraremos dos herraduras consecutivas. En la segunda, al fondo en la foto, se encuentra la rampa más dura de puerto, que llega a alcanzar el 14%.
Al fondo ya se intuye la cima, y las pendientes siguen muy constantes al 6-7%.
Cerca del final se puede aprovechar la altura ganada y disfrutar de las vistas que tenemos a nuestras espaldas.
Las pendientes en la zona final siguen siendo muy constantes en torno al 7%, mientras al fondo ya aparecen las cimas de las montañas de Ponga.
Última recta entre arboles y ya alcanzamos la cima de este precioso puerto.
Y como premio disfrutamos de las magníficas vistas que hay en la cima.
Un puerto así de bonito merece un recuerdo de tan grata conquista.
Ayer pude disfrutar de esta maravilla de puerto acompañado y guiado por Marcos. Una pasada!
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