Después de tres años dando la guerra con mi vieja Peugeot, llegó la hora de cambiar de montura. El cuadro se estaba empezando a picar, así que ya llegó la hora de darle el relevo y presentar la nueva bici, y que mejor sitio que el Naranco y su placa homenaje al Tarangu.
Agradecer a Hugo y a Gilberto todos los consejos y su paciencia a la hora de elegir el cuadro y a Hugo por el montaje de la bici, sois unos cracks.
Y a la Peugeot le toca pasar un periodo en boxes, lijado, pintado y volver a colocar todos los componentes originales, para dejarla para días especiales, jaja. Hasta pronto, vieja amiga.
Bonita bici, felicidades. Ya has dejado los rastrales por lo que veo. ¿Caiste el primer día de automáticos? Yo todavía recuerdo el careto del pavo que estaba en el semáforo cuando me pegué mi primer hostión, jajaja
ResponderEliminarLos rastrales los deje a primeros del año pasado, pero porque se me rompieron los pedales, jaja. Ahora ya me acostumbre a ellos, pero tampoco note mucha diferencia.
EliminarAguante un mes sin caerme, pero para compensar, me caí dos veces subiendo la Farrapona, jajaja.