Recupero hoy la crónica de mi segunda subida al Angliru, no he vuelto desde entonces, pero lleva ya tiempo llamandome. En breves habrá que volver...
Hoy la grupeta astur había acordado subir el Angliru, pero al final se fueron rajando todos :P, y la grupeta se convirtió en un globero solo ante el bichón.
Llego a Riosa a las 15 y el Aramo esta despejado, con un pequeña nube incrustada a media altura, así que no habrá problema. Preparo la bici y salgo emocionadísimo hacia el Angliru, tan emocionado, que me di cuenta que me había dejado el casco en el coche, así que toca volver, jajaja.
Llego a Riosa a las 15 y el Aramo esta despejado, con un pequeña nube incrustada a media altura, así que no habrá problema. Preparo la bici y salgo emocionadísimo hacia el Angliru, tan emocionado, que me di cuenta que me había dejado el casco en el coche, así que toca volver, jajaja.
Comienzo
a subir tranquilamente hasta Viapará, el sol brilla y hace un bochorno
pegajoso bastante fuerte. La niebla está sobre Viapará.
Comienza la zona dura y cada vez la niebla es mas densa, pero la
carretera está seca, y pese a estar bastante cansado de haber madrugado
mucho estos días, me siento bastante bien.
Llego a Les Cabanes y no se ve mas allá de 10 metros, pero eso al
final es positivo, ya que al no ver la carretera me pasó volando la
zona. Cuando llegué al cartel del km7 que marca el final de la zona,
flipé bastante, voy muy bien, subidón de moral.
A los 300 m salgo de la niebla y me espera un sol abrasador que me tuesta de lo lindo, de hecho he quemado un poco los brazos.
Voy regulando mucho y llego a Llagos muy bien, sigo regulando y llego
a Les Picones muy fresco, pero no se porque, el tramos entre Les
Picones y Cobayos se me hace durísimo y no soy capaz de bajar las
pulsaciones, empiezo a notar ahora los madrugones de esta semana y el
cansancio acumulado. Llego muy tostado a Cobayos y observo La Cueña, ahí
voy!!!
Intento regular subiendo, pero no hay manera, ya voy sufriendo mucho
desde abajo y no se si seré capaz de subir. Ademas veo un argayo a mitad
de la Cueña, que por fortuna tiene la zona de las rodadas limpias,
seguir una trayectoria tan recta con esa pendiente es complicado, pero
lo supero.
Llego a los ultimos 200m y voy fatal, pero ya es un
tema personal, jajaja, lo subo como sea. Los últimos 50m de la Cueña son
dantescos, me tuve que sentar un momento y no fui capaz de ponerme de
pie, los chepazos, eses y muecas que hago dejan la subida de Voeckler al
Galibier como el mas fino estilo de subir un puerto, jajaja.
La
pendiente disminuye y aunque voy fatal, se que tras la curva siguiente
hay varios descansillos, recupero en ellos más o menos bien. Aprovecho
para disfrutar del maravilloso manto de nubes que tenía a mis pies
El Monsacro devorado por las nubes.
La Mostayal sobre las nubes.
Paso el Aviru y Les Pedrusines bastante bien y la alegría arriba...
pues que decir, conseguir subir el Angliru estando tan cansado,
convertido en un doble reto, me deja destrozado, pero totalmente
satisfecho.
Pese a parar un par de veces en la bajada para dejar enfriar las
llantas, justo al llegar a Viapará, en la última curva, se me va la
rueda de delante 2 veces y veo que acabo de pinchar y voy casi en
llanta. Consigo frenar la bici con mucho cuidado, vaya susto, aquí si
que se me puso el corazon en la boca y no en la Cueña, jajaja, si me
pasa 500m antes me doy un leñazo de los que marcan epoca.
En el Angliru, al igual que en el montañismo, la verdadera cumbre esta en la base.
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