lunes, 10 de octubre de 2022

El Escudo, La Matanela y Estacas de Trueba - 12 de Junio de 2022

Nueva visita a Cantabria, con nuevos objetivos, y de nuevo con la compañía de la niebla. Y es que parece que no hay manera de visitar la comunidad vecina sin que la niebla nos tape parte de la ruta.

El Escudo desde La Matanela


Salimos de Entrambasmestas Joseba y yo poco después de las 9 de la mañana. El recorrido de la ruta está por cerrar y sólo está claro que vamos a subir El Escudo ya que es el primer objetivo del día. Y es que el tiempo que nos va a hacer no está nada claro...


Tenemos varios kilómetros de falso llano antes de empezar la subida. Pese a ser una nacional no tiene mucho tráfico ya que va casi todo por el autopista.


Comenzamos a subir El Escudo y ya la primera rampa supera el 12%. Me queda claro que la fama de este puerto es merecida.



Pese a ser una carretera ancha, el trazado es bonito y el entorno es precioso, con mucho bosque autóctono.



La subida alterna rampas muy duras con algún descansillo más o menos amplio. Y menos mal porque cuando se inclina la carretera se pone dura de verdad.





A unos 2kms de la cima nos metemos de lleno en la niebla y apenas vemos más allá de 30-40m delante nuestro.



Pasamos al lado de un mirador, pero bueno, vistas no hay muchas...



Y coronamos El Escudo metidos en una espesísima niebla que apenas nos permite ver.



Bajamos hacia Burgos y tras poco más de un kilómetro salimos de la niebla.



Aquí empiezan las dudas y cambiamos varias veces de ruta en apenas 5kms debido a las diferentes nubes que se van formando ante nosotros.





Al final volvemos sobre nuestros pasos y decidimos volver a Cantabria por La Matanela, subida que por su vertiente sur va paralela al Escudo, por la ladera situada al otro lado de la vaguada.



El paisaje es bonito y las pendientes muy suaves, pro lo que es muy agradable subir por aquí.




A la izquierda, prácticamente al lado, está la carretera del Escudo. Y ahora mismo no hay ni gota de niebla, pese a que media hora antes apenas se veía.




La vertiente sur de La Matanela es un puerto pequeño por números, pero la mar de entretenido de subir.


Coronamos La Matanela, aunque hay 4 carteles casi seguidos en cuatro altos diferentes entre los que apenas hay desnivel.


Y si hasta ahora el puerto era guapo, ahora comienza lo realmente bonito, con múltiples zonas diferentes que vamos atravesando. Zonas abiertas, praderas, un hayedo, un valle interior, un pinar, zonas de cabañas...




A la izquierda vemos la práctica totalidad de la subida al Escudo que acabamos de hacer.





Las vistas son amplísimas y parece que el día va a acabar abriendo totalmente pese a lo feo que empezó y se presagiaba que iba a seguir.




Tras salir de la primera zona alta de praderas entramos en una hayedo precioso, con unos ejemplares enormes.





Y después volvemos a salir a una zona abierta de praderas, de nuevo con El Escudo a la izquierda.




Entre ganado, y con un sol espectacular, llegamos al tercer cartel de La Matanela.


Comenzamos a bajar y encontramos otro cartel más. Nunca había visto algo así, jaja.



Volvemos a pasar a la vertiente sur y la provincia de Burgos. Se nota porque el paisaje cambia y el bosque pasa a ser un pinar.




Tras salir de este valle interior volvemos a Cantabria y la vertiente norte, y al amplio paisaje de praderas.




Me está maravillando esta vertiente de La Matanela, pese a que las nubes que se están empezando a formar repentinamente no presagian nada bueno.


Ahora vamos atravesando pueblo, zonas de cabañas y praderas, con el Castro Valnera ante nosotros. Cada poco cambia el paisaje y siempre es precioso.





Finalizamos la bajada y remontamos unos kilómetros de valle hasta llegar a la Vega de Pas, donde pararemos a comer.


Durante la media hora que paramos a comer la cordillera pasa de estar despejada a estar cubierta por la niebla, así que la parte alta de Estacas de Trueba la vamos a encontrar tapada.





La subida tiene una pendiente muy monótona, en torno al 6%, es prácticamente una recta durante su primera mitad, está medio cubierta por la niebla...pero que bonita es. No sabría explicarlo, pero tiene algo que atrae.


No sé si son las cabañas, las praderas, el brillo del verde, pero la subida es realmente bonita.






Llegamos a la recta y nunca una recta tan larga de un puerto me gustó tanto.



Vamos charlando y los kilómetros pasan volando, pero la niebla va bajando rápidamente y no sabemos cuanto vamos a ver arriba.



A la derecha aparece la estación de tren abandonada del fallido proyecto del ferrocarril a la meseta.








Vamos llegando al final de la recta y el puerto cada vez es más guapo. Lo malo es que cada vez la niebla está más cerca.








Ahora vamos a entrar en una zona de revueltas y cabañas.








Estoy maravillado y me está matando la idea de meterse en la niebla...





Un auténtico espectáculo de puerto que tiene su fama más que merecida.








Como a unos 3kms de la cima acabamos de meternos en la niebla y ya apenas veremos nada hasta coronar.






Coronamos Estacas de Trueba y ya tengo ganas de volver, pero sin niebla, jaja.

Comenzamos a bajar no sin antes ver las "reflexiones" de la castronada local....


Bajamos hasta Entreambasmestas con algo de frío y según llegamos al pueblo se pone a llover. Hemos librado la lluvia por segundos.
Pese a toda esta locura climatológica ha sido una ruta preciosa y divertidísima, y empezamos ya a planificar la siguiente...


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