Tras la visita a Los Picos de Europa toca volver a hacer rutas por las zonas cercanas a casa, esta vez por los valles mineros. Los valles de Riosa, Caudal, Aller y Nalón fueron los protagonistas de las rutas.
La primera de las rutas fue de 70kms y 1200 de desnivel acumulado con las subidas al Cordal y Paxío.
Salimos de Oviedo sobre las 10 con sol y una temperatura algo fresca pese a todo. Vamos remontando tranquilamente el valle de Riosa y al llegar a La Vega comenzamos a ascender el Cordal. Las pendientes son cómodas, en torno al 6%, pero las piernas pesan tras la ruta por los Pandes dos días antes.
Poco a poco vamos avanzando y llegamos a la cima del Cordal con unas vistas maravillosas del valle y del Monsacro.
Bajamos hacia Lena y proseguimos hacia Ujo. Al llegar a Cuna y Cenera nos desviamos hacia Paxío. La subida es dura, pero por suerte no es muy larga, unos 2,4kms al 9%.
En esta época está preciosa ya que la primavera está en su máximo esplendor y el verde deslumbra.
Si en el Cordal pesaban las piernas, ahora directamente ya son de plomo, y en el último kilómetro voy penando.
Pero el sufrimiento vale la pena ya que está preciosa subida es uno de los tesoros escondidos del centro de Asturias.
Bajamos a Mieres y ya sólo nos queda volver tranquilamente hasta Oviedo por la nacional.
La segunda ruta fue la clásica vuelta por la Colladona desde Oviedo, con 98kms y casi 1300m de desnivel acumulado.
Salgo de Oviedo a media mañana y comienzo remontar el valle del Caudal rumbo a Mieres. Las rutas de la semana pasada se notan y esta vez voy con muy buenas sensaciones y muy buen ritmo.
En Ujo me desvío hacia el valle del Aller rumbo a Cabañaquinta. Por el camino paso al lado del poblado minero de Bustiello, muy bonito y que merece una visita.
En Cabañaquinta comienzo a subir a La Colladona. Esta vertiente tiene unos 5,5kms al 7,5%. La temperatura es ideal y las sensaciones son buenísimas así que disfruto mucho de toda la subida, que está preciosa en primavera.
Desciendo con mucha precaución ya que la bajada está en bastante mal estado. Las vistas de Peña Mea a la derecha son espectaculares.
Llego al valle del Nalón, el cual voy descendiendo a buen ritmo hasta llegar a Tudela Veguín donde comienzo la suave subida final a San Esteban de las cruces. Al coronar sólo me queda bajar a Oviedo.
Dos rutas sin unos números espectaculares, pero que siempre quedan apañadas al pasar por rincones bonitos.
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