Enamorado del Gamoniteiro - 14 de Febrero de 2019

Tras un par de semanas de duro temporal, parece que el invierno va a ser benigno y de temperaturas amables para la bici. Eso hace que se pueda visitar el Gamoniteiro sin problema de encontrar nieve o hielo en la carretera.
Decidimos ir a visitarlo, esta vez por la vertiente Riosana, que acumula desde la carretera general nada menos que 1800m de desnivel en 29kms de subida.

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Las antenas del Gamoniteiro

Salimos de Oviedo sobre las 10 de la mañana. La grupeta la formamos Estrada, Kiko, Luis, Rober y yo.
Con una temperatura bastante fresca nos metemos en el valle de Riosa y comenzamos a remontarlo con pendientes suaves poco más duras que un falso llano. 

Tras pasar la Vega de Riosa comenzamos la ascensión al Cordal, primera de las subidas a enlazar para llegar al Gamoniteiro. Las pendientes son algo más duras ahora, en torno al 6-7%.

Las vistas desde el comienzo de la subida son preciosas, con el Aramo nevado luciendo a nuestro lado.

Subimos el Cordal a ritmo muy suave y coronamos sin problema. Allí nos desviamos hacia el Cuchu Puercu para seguir subiendo hacia nuestro objetivo del día.
Hacía varios años que no subía por aquí y no recordaba lo vistoso que es, sobre todo cuando el Aramo está nevado.

Como soy el que sube más lento, en una parada de la grupeta me adelanto algo y protagonizo la "fuga bidón" del día, jaja.

Voy subiendo muy tranquilo, y disfrutando a tope de la subida. Es el cuarto día consecutivo saliendo en bici y las piernas pesan un montón. Las rampas por encima del 10% del Cuchu Puercu también ayudan a que me lo tome con calma, jaja.

Corono el Cuchu Puercu con la majestuosa imagen de Peña Rueda y las Ubiñas ante mí.

Tras un kilómetro de bajada llego a la carretera de la Cobertoria, donde me encuentro 500m que tiran para atrás de lo duros que son.

Tras un par de kilómetros de carretera ancha y con poco encanto llego al desvío del Gamoniteiro. La carretera se vuelve a estrechar y el entorno vuelve a ser espectacular.
Al poco recibo una llamada de la grupeta diciéndome que abortan la subida al Gamoniteiro. Me encuentro con más moral y ganas que fuerzas y decido seguir hacia arriba solo ya que el día está perfecto para subir, con una temperatura de lujo y la atmósfera muy clara.

Voy muy despacio ya que estoy cansado. Los buitres empiezan a sobrevolarme como tanteando mi estado de cara a ser su comida del día, jaja.

Poco a poco voy ganando altura y cada vez hay más nieve en los bordes de la carretera.

A unos 3kms de coronar voy en las últimas y sólo me empuja hacia arriba lo bonito que está el día y el puerto.

Pero como a 1,5kms de coronar, sorprendentemente en la zona más dura, recupero alguna fuerza y consigo ir avanzando algo mejor.

Y por fin, más que contento y satisfecho por la ascensión, corono el Gamoniteiro.

Bajo hacia Pola de Lena, donde como un par de pinchos, y vuelvo a Oviedo por la general con una temperatura espectacular digna del verano.

Entro a Oviedo por el Condado y La Manjoya, que me parecen el Telegraph y el Galibier, jaja.

Acabo la ruta más enamorado que nunca del Gamoniteiro, que el día de San Valentín me recibió con sus mejores galas, jaja.