De nuevo en Cantabria. Esta vez el motivo es visitar la pista recién asfaltada que une La Sía con el Picón blanco. El plan está claro pero la niebla hizo que tuviéramos que modificar nuestros planes. Aún así nos quedó una bonita ruta de 112kms y 2300m de desnivel acumulado que pasó a relatar a continuación.
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| El valle del Asón |
Quedé con Joseba a las 9 de la mañana en Liérganes. Todo el camino hasta allí voy acompañado de una ligera pero incesante lluvia que no presagia nada bueno. Por suerte a partir de Torrelavega deja de llover y en el cielo hay más nubes que claros.
Arrancamos con las famosas tetillas vigilándonos y con la idea de que en algún momento igual nos mojamos algo.
Tenemos unos kilómetros llanos para ir calentando. El terreno es bonito, y entre praderas vamos entrando en calor.
Comenzamos a subir Fuente Las Varas. El puerto no es duro y se hace muy agradable de subir.
Las vistas son amplias y bonitas y antes de darnos cuenta ya vemos la cima al fondo.
Coronamos Fuente Las Varas y parece que vamos a esquivar la lluvia.
Comenzamos a bajar y el paisaje de la otra vertiente también es precioso.
Nada más finalizar el descenso comenzamos a subir a Cruz Usaño. La subida son apenas 3kms, pero muy bonitos.
Sin novedad coronamos Cruz Usaño. Estos dos puertos funcionan perfectamente como alternativa a Alisas para ir de Liérganes a Arredondo. Son muy bonitos y merecen una visita.
Finalizamos el descenso y comenzamos el ascenso al Asón-La Sía-Picón blanco.
El valle del Asón es cerrado. La pendiente es muy suave en los primeros kilómetros.
La pendiente se incrementa hasta rondar el 6-7%. El valle es más guapo según vamos ganando altura.
La subida es prácticamente rectilínea pero aún así no se hace nada monótona.
Al ser un domingo de Julio encontramos bastante trafico, pero todos son muy respetuosos y no hay problemas con ningún coche.
En el fondo del valle aparece el salto del Asón. No lleva mucho agua pero aún así se ve precioso.
Las paredes de roca que cierran el valle son impresionantes.
Como ya comenté antes, pese a tener un trazado muy rectilíneo, este puerto se hace muy entretenido.
Llegamos a las zetas finales. Nos vamos elevando por el fondo del valle y tenemos diferentes perspectivas tanto del salto como del valle que hemos remontado.
Ya tenemos la cina del Asón al fondo.
Último vistazo atrás y afrontamos un kilómetro de descenso antes de empezar a subir hacia La Sía.
Nos quedan unos 10-11kms de subida para llegar a La Sía. La media ronda el 6-7%.
Encontramos un pequeño atasco de cabras, pero no nos da mayor problema, jaja.
La Sía, al contrario que el Asón, tiene unas vistas amplísimas.
El paisaje, pese a la niebla, es precioso. Cabañas, praderas, bosques autóctonos...
La subida es una maravilla, y otra vez, según vamos ganando altura, la subida va siendo cada vez más guapa.
Llegamos a la zona final. Atravesamos unas praderas preciosas, pero a la derecha ya vemos que la zona del Picón Blanco está totalmente cubierta.
La niebla no le resta belleza a la subida. Incluso le da un aspecto fantasmagórico que la hace atractiva.
Afrontamos ya por fin la última recta de esta larguísima subida.
El Picón Blanco está totalmente cubierto y para no ver absolutamente nada decidimos dejarlo para otra vez. Así ya tenemos excusa para volver, jaja.
Foto de rigor y para abajo, que el hambre ya aprieta.
Tras el bocata comenzamos ya sin calentar la subida a Lunada. Por su vertiente burgalesa son unos 10kms al 5-6%.
Cabañas, murias, praderas...el paisaje es bonito y la subida se hace muy entretenida, mucho más de lo que pensaba tras haberla bajado un par de veces.
La niebla está metida en la cima y en el Picón del fraile, pero le vuelve a dar su encanto al paisaje.
Poco a poco nos acercamos a la cima. Llevo unas sensaciones muy buenas y estoy disfrutando muchísimo.
Los últimos kilómetros del puerto son preciosos. El sol sale algún momento puntual y deja un bonito contraste entre las zonas soleadas y el cielo gris.
Coronamos Lunada a tope de niebla. 2 de 3 llevo aquí con la niebla, jaja.
Con cuidado, ya que apenas se ve, vamos bajando hasta que tras unos 7-8kms de descenso salimos de la niebla.
Llegamos a Liérganes sin mayor novedad y más que satisfechos con la ruta que hemos hecho, pese a no haber alcanzado el objetivo principal. Para la próxima será...
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