Un año más organizaba Marce de la web 39x28 su tradicional quedada navideña para subir al Gamoniteiro. Este año tuve la oportunidad de acercarme y éste es un pequeño resumen de lo acontecido.
Aprovechando el magnífico mes de diciembre que estamos disfrutando, decidí acercarme a subir la Mortera, que hacia varios años que no iba, y completar la ruta con algunos repechos de la zona de Las Regueras. En total fueron 81kms y 1250m de desnivel.
El Pozo de las mujeres muertas - Valvaler es otro de los puertos del occidente asturiano, esa región llena de todo tipo de puertos. Un puerto atípico dentro de Asturias, sin árboles, la antítesis a esa explosión de vegetación que es su vecino puerto del Connio. Se trata de un puerto con tres vertientes. Aquí veremos la más dura de las tres, que discurre en su totalidad por el concejo de Ibias.
Se trata de un puerto durísimo, mucho más de lo que indica su engañosa media. Tiene tres zonas con varios kilómetros encadenados con rampas constantes al 9-10%, con algún pequeño descansillo que baja la media de esos kilómetros. A esto hay que sumar varios factores como una carretera ancha y rectas eternas en las que la sensación es de no avanzar. Otro es que el puerto es muy abierto y sin sombras, por lo que el viento, y sobre todo el calor endurecen sobremanera la subida.
A la hora de afrontar la subida hay que tener en cuenta la ausencia de fuentes en el puerto, por lo que deberemos de llevar una buena provisión de agua desde el inicio para evitar una posible deshidratación.
También se hace muy duro mentalmente ya que la cima se ve prácticamente desde el comienzo del puerto.
Todos estos factores hacen del Pozo de las mujeres muertas, en mi opinión, el puerto de paso más duro de Asturias.
Como curiosidad, comentar que el nombre del puerto viene de una mala traducción de la palabra tierra (mucheres o mutzeres en la zona), aunque la siempre rica tradición de leyendas haya creado una macabra historia para explicar el nombre. El nombre simplemente deriva de las antiguas explotaciones mineras de la época romana, de las que aún queda algún vestigio.
El Fario es un pico situado entre los concejos de Villaviciosa, Gijón, Siero y Sariego. En su día ya presente la vertiente sur, hoy voy a presentar la vertiente norte, que discurre casi totalmente por el concejo de Villaviciosa. Al igual que la otra vertiente, esta ascensión no es más que la prolongación del Collado Fumarea.
Esta vertiente es más dura que la otra ya que tiene varios kilómetros por encima del 8-9%, y una mayor longitud, excluyendo la parte inicial de valle.
En total son algo más de 12kms de ascensión, a una engañosa media del 5,4%, y que alberga rampas muy duras, sobre todo en el tramo final de subida hasta las antenas.
El invierno ha llegado con toda su crudeza, así que dos días antes de que empezase el frío, y aprovechando las atípicas temperaturas para estas fechas, decidimos acercarnos al Gamoniteiro ante la posibilidad de no poder volver a subir hasta la primavera debido a la nieve.
La vertiente elegida fue la de Cortes, que discurre prácticamente en su totalidad por el concejo de Quirós. Algo más de 28 kms de subida y 1450m de desnivel por bosques, laderas abiertas y finalmente por un mar de caliza. Un lujo.
El Collado del Torno es una subida situada en el oriente asturiano, en los concejos de Cangas de Onís y Llanes. No es un puerto al uso, sino que al igual que La Marta, es una sucesión de collados. Ésto hace que su pendiente media quede disminuida por los tramos de descenso, aunque en sus más de catorce kilómetros de ascensión esconde alguna zona dura.
Situado en la AS-340 que une Corao con Nueva de Llanes, El Torno es, más allá de sus números, un puerto que destaca por la extraordinaria belleza de sus paisajes: caliza, bosques, praderas y vertiginosos precipicios. Un deleite para los sentidos al que se une la soledad que reina en la subida, apenas alterada por el ganado de los prados.
Como colofón final, en la cima se puede disfrutar de unas de las mejores vistas de toda Asturias, con el mar a un lado y los Picos de Europa al otro.
La ruta turística de los puertos, con los puertos del Connio y el Pozo de las mujeres muertas, es una clásica ruta dentro del cicloturismo asturiano, ya sea en un sentido o en otro.
El pasado viernes me acerqué hasta Cangas del Narcea para poder disfrutar de dos puertos tremendos, totalmente diferentes. El Connio, situado en pleno Muniellos, y rebosante de vegetación, con el bosque desbordando belleza con los tonos otoñales. Y el Pozo, largo, duro y totalmente pelado.
En total la ruta fue de 105 kms y 2000m de desnivel.
Hacia tres años y medio que no pasaba por la zona de Coalla y Yernes, así que el pasado lunes decidí acercarme hasta allí, aunque la meteorología me impidió llegar a Yernes.
Pude disfrutar en esta ruta, de 83kms y 1450m de desnivel, de grandes paisajes y tranquilidad absoluta. Un lujo.
Ventana es uno de los puertos más bonitos de Asturias. Un puerto de verdad, 20 kms, más de 1000m de desnivel, con pendientes continuas que provocan gran desgaste. Es la némesis de las cuestas de cabras tan de moda en la actualidad.
A eso le unimos un trazado espectacular que sigue la montaña con total naturalidad, Un desfiladero precioso, el espectacular hayedo de Montegrande y unas vistas espectaculares en la zona alta del puerto.
A esta preciosidad de subida me acerqué ayer, con el objetivo de disfrutar de la belleza de los colores del otoño en el hayedo. El resultado fue espectacular. Mejor dejar que las fotos hablen por si mismas.
Forcayao es una pequeña subida que se encuentra situada en la carretera AS-219 que une Luarca y Pola de Allande. Este puerto une las localidades de Bárcena de Monasterio y San Martín de Forcayao.
La ascensión no tiene gran dificultad, con pendientes cómodas que rondan el 4-5% constantemente, y un amplio descanso en la zona central del puerto. Solo tiene una pequeña rampa que alcanza el 10% en un desmonte realizado con el nuevo trazado de la carretera.
Poco mas de cuatro kilómetros y medio de subida, a algo más del 4% de media, muy metida en el valle y el bosque, y sin vistas hasta la cima.
Nueva ruta aprovechando la abundante media montaña asturiana. Esta vez por la zona de la comarca de la sidra y sus aledaños, con las subidas a Pandenes, la Cruz de Peón y Fumares/Pico Fario.
En total fueron 109kms y 1900m de desnivel.
Chavadoira es un pequeño puerto de paso situado en el concejo de Allande, en la carretera AS-219 que une Pola de Allande y Luarca.
Por esta vertiente es un puerto sin mayor dificultad. Poco mas de 4kms a algo más del 6% de media.
La carretera es nueva, ancha, con el asfalto perfecto y las pendientes muy constantes, siempre en torno al 6%. Los grandes desmontes que hay en la carretera, y la tupida vegetación que tapa las vistas del valle hacen que esta subida sea bastante monótona.
Como todas las subidas del occidente asturiano, enlaza perfectamente con otras ascensiones, como El Palo, La Marta, Piedratecha o Forcayao, ya que en la zona no hay un metro llano.
De nuevo en ruta por la cuenca del Nalón, aprovechando la media montaña de la zona que tanto juego da. 100kms de ruta y 2000m de desnivel, con las subidas a La Gargantada, La Camperona, La Colladiella, El Cabu y La Gargantada de nuevo.
Los puertos de paso de la meseta a Asturias son mucho más suaves que sus vertientes asturianas, en muchos casos un ligero repecho tras remontar un valle, como El Pontón o Pajares.
No es el caso de la vertiente sur de Ventana, que pese a estar muy lejos de los números de su vertiente norte, ya es un puerto de cierta entidad, con 6,7kms al 4,7% de media. Además tiene una característica que puede aumentar su dureza considerablemente, y es que su aproximación desde San Emiliano es muy abierta, con amplias y largas rectas de falso llano en el que el viento frontal es habitual, haciendo muchas veces más dura la aproximación que el propio puerto.
La principal característica de la subida es su constancia en las rampas, en una carretera ancha y de piso perfecto, con Las Ubiñas al lado, haciendo de ésta una subida muy escénica.
Brañúas es una ascensión situada en la carretera que une Navelgas con Villayón. La vertiente que presento hoy está situada totalmente en el concejo de Tinéo.
Es un puerto corto, solo 5,1kms, pero duro, con un 8,7% de media pese a tener un descansillo a la mitad que divide la ascensión en dos y permite un respiro ante una subida que no da tregua.
La principal característica de la subida es la continuidad en sus pendientes, rondando siempre el 9-10%, con pendientes que superan el doble dígito en la multitud de herraduras que jalonan la ascensión.
Una subida totalmente recomendable por su tranquilidad, inexistente tráfico y excepcional belleza.
La Vuelta a España llegaba a Sotres en su decimoquinta etapa, por lo que me acerque a verla hasta el Collado del Torno, preciosa ascensión del oriente asturiano, con el previo para calentar de La Robellada, que también pasarían los corredores de la Vuelta.
El occidente asturiano cuenta con tres grandes colosos que destacan sobre el resto de puertos que jalonan una región que no tiene un solo metro llano. Estos tres puertos son la Bobia, el Pozo de las mujeres muertas y La Marta.
Aquí voy a presentar esta última ascensión, que une los concejos de Villayón y Allande por la carretera AS-364, atravesando longitudinalmente la sierra homónima, de ahí que sea un puerto tan irregular, superando varios collados hasta alcanzar su cima.
Multitud de kilómetros por encima del 8-9%, con rampas superiores al 10% cada poco, y varios factores que aumentan su dureza, como el calor que puede hacer en la zona -aumentado al recorrer valles angostos-, y la ausencia de fuentes en toda la subida. Un puerto duro y de mucho desgaste, que te va castigando poco a poco hasta llevarte al límite.
El reciente asfaltado de los primeros kilómetros del puerto no dejan excusa para que pueda ser utilizado sin problemas en cualquier carrera profesional.
Hasta el Alto de Bustantigo es un puerto durísimo, y la continuación hasta La Marta, mucho más liviana pero dejándose notar el cansancio acumulado, es uno de los tramos de carretera más bello de Asturias.
Aprovechando que la Cruz de Linares queda cerca de Oviedo, el pasado martes nos acercamos por la tarde a disfrutar de sus rampas, para hacer una ruta de 63kms y algo más de 1600m de desnivel, incluyendo también en la ruta las subidas al Tenebredo, el Escamplero y Llampaxuga.
Nueva visita a Vega Bobies, aprovechando que es el coloso más cercano a casa. Y esta vez por una vertiente que todavía no había ascendido, la que sube desde Santa Eulalia de Morcín por los Alfilorios. La ruta fue de 1150m de desnivel en algo menos de 42kms.
La Marta es uno de los puertos de paso más duro de la península, y le debía una visita tras su reciente reasfaltado. Buscamos la manera de hacer una ruta circular lo más suave posible, y como pasa siempre en el occidente asturiano, esa ruta acumula 2650m de desnivel en tan solo 99kms, con las subidas a Brañúas, Chavadoira y Forcayao acompañando a La Marta.
Convenzo a Hugo para que me acompañe en esta pequeña locura, y así ve las bondades del occidente para el cicloturismo, jaja.
Hacía ya tres años que no me acercaba al Jitu de Escarandi, demasiado tiempo sin disfrutar sobre la bicicleta de esta maravilla enclavada en el corazón de los Picos de Europa. De paso había que aprovechar y hacer también la vertiente de Tresviso, algo más de 1700m de desnivel en tan solo 58kms.
Me acompañó en la ruta Luis el crack, para darle el toque épico a la jornada, jaja.
Salimos de Arenas a media mañana, nos desviamos hacia Poncebos y vamos remontando el valle del Cares con un paisaje espectacular desde el primer metro.
De Arenas a Poncebos hay unos 6kms que pican ligeramente hacia arriba, y que sirven de perfecto calentamiento para afrontar la subida al Jitu.
Llegamos a Poncebos y las aguas del Cares lucen totalmente cristalinas o con un azul/verde tropical espectacular.
Cruzamos el Cares y la suerte está echada, a por el Jitu de Escarandi.
Los primeros cuatro kilómetros de la ascensión son bastante duros, con pendientes que rondan el 8-10% y que superan puntualmente el doble dígito.
El valle que remontamos es estrecho, con varios túneles que jalonan la subida.
Llegamos a la zona de las dos revueltas, tras la que afrontaremos la última rampa de esta primera fase, que es la más dura, y que nos dejará a los pies de Tielve.
Falta ritmo en las piernas, se ha hecho duro, pero ahora viene una fase más cómoda de la subida que permite recuperar algo.
Las pendientes son cómodas, y mientras charlamos y disfrutamos del entorno los kilómetros pasan volando.
Antes de darnos cuenta ya vemos Sotres sobre nosotros y nos metemos en faena con la durísima rampa que hay que superar para llegar a la localidad cabraliega.
El paso por Sotres concede un pequeño respiro, y menos mal, porque nada más salir del pueblo hay que subir al collado de La Caballar, con un kilómetro al 15% de media.
La pendiente se va incrementando paulatinamente hasta alcanzar el 20% en esta curva. En esta zona desparecen las charlas y cada uno va como puede en ritmo de supervivencia, jaja.
Después de la curva la pendiente disminuye hasta un cómodo 12-13%, jaja, y podemos ver Sotres a nuestros pies. La altura ganada en un kilómetro es bestial.
En la parte final la pendiente vuelve a incrementarse hasta el 15%, pero viendo la cima tan cercana se afronta de otra manera.
Al momento llega el crack, que se comporta como un jabato en la última rampa, jaja.
Desde La Caballar al Jitu ya solo queda algo menos de dos kilómetros de toboganes sin mayor dificultad, en medio de un paisaje de praderas y picos realmente espectacular.
A 200m de la cima pincha el crack, que será sancionado con dos minutos por recibir ayuda de un corredor de otro equipo, jaja.
Arreglamos el pinchazo y coronamos el Jitu, con las vacas rascándose con los postes...y con los coches, menudos rayonazos...
En el Jitu de Escarandi, puertazo!!!
Y ahora llega el mejor momento del día, la bajada hasta Tresviso, el paisaje es indescriptible con palabras. Cada poco vamos parando para hacer fotos y disfrutar de los picos, barrancos, valles, y desfiladeros que nos rodean. Es un lujo poder atravesar el macizo oriental de los Picos de Europa.
Llegamos a Tresviso, donde un más que merecido avituallamiento nos espera, jeje.
Les pites se acercan a ver si cae algo, pero con el hambre que tenemos no dejamos ni una miga, jaja.
El crack aprovecha para mentalizarse de cara a la subida de esta vertiente del Jitu, jaja.
Salimos de Tresviso con las pilas recargadas rumbo de nuevo al Jitu, nos esperan algo mas de siete kilómetros de subida. Los primeros cuatro kilómetros son muy fáciles, con algún tramo llano e incluso de descenso, y alguna rampa que llega al 10%.El paisaje que nos rodea es abrumador.
El sol nos está calentando bien, y aunque hace una brisa que nos refresca lo justo, se agradece encontrarnos una fuente de la que mana un agua fresquísima.
Seguimos ganando altura y los picos más altos de Los Picos aparecen ante nosotros, con el Urriellu en medio.
Los últimos 2-3kms son los más duros, con rampas que rondan el 7-8% y alguna que supera ampliamente el 10%.
Y ya estamos de nuevo en el Jitu. La vertiente de Tresviso no es comparable en dureza a la otra, pero en belleza si que lo es.
Ya solo nos qedaba bajar hasta el coche. El crack se queda en Poncebos que es donde había aparcado. Tras la visión de su camiseta decido que ya es hora de ir a casa y me despido de él, jaja.
Impresionante día de cicloturismo, e impresionante el crack, jaja, eres el mejor.